Apple debería comprar grandes compañías. Es lo que John Sculley afirmó, e indicó que debería aprovechar sus enormes reservas de dinero para hacer algunas adquisiciones de grandes nombres que la permitan actuar en diferentes frentes.
“Apple es la fabricación de grandes productos, la construcción y definición de mercados”, dijo Sculley. “Carl Icahn ha sugerido a Tim Cook que recompre acciones o dé mayores dividendos”. “Yo veo en cambio a Apple continuando invirtiendo en crear… incluso hacer grandes adquisiciones que fueran estratégicas, frente a recomprar más acciones o dar más dividendos”.
Sculley fue el CEO de Apple entre 1983 y 1993. Durante su mandato, forzó la famosa salida de Steve Jobs de la compañía, una decisión que más tarde dijo que se debió a su propia inexperiencia en apreciar la visión de Jobs para productos futuros.
Tradicionalmente, Apple no ha adquirido grandes compañías, en cambio ha comprado pequeñas firmas con tecnologías específicas, y las ha integrado en el negocio. Un ejemplo reciente de esto es Sire, una compañía que Apple adquirió en 2010 cuando quería ofrecer un asistente personal integrado en sus productos iPhone e iPad.
Sculley dijo que aunque no tenía “conocimiento interno” de la compañía que dejó en 1993, y afirmó que ahora se pregunta si es el momento para que Apple cambie su estrategia de crecimiento.
“Apple nunca ha sido un comprador de grandes compañías antes, y cuando ves el reconocimiento de huellas dactilares o el Passbook, ¿qué pasaría si Apple va y compra eBay? ¿Y si tuviera PayPal y lo integrara? Creo que cambiaría el panorama del comercio electrónico. Tenemos Amazon, que está en camino de dominar cualquier aspecto del comercio electrónico, pero de repente el juego, el panorama cambiaría completamente”.
Sculley estaba en Londres antes de la presentación en el Reino Unido del último producto en que está trabajando, el Misfit Shine, un dispositivo para llevar puesto que monitoriza diversos aspectos de la salud de una persona.
“El futuro de los productos para llevar puestos tiene el potencial de crear un gran impacto en la sanidad”, dijo.
Así mismo, él, a la edad de 74 años, ofrece sus servicios como mentor a varios ejecutivos del Silicon Valley, algo que el habría querido tener cuando estaba en Apple.
“Cuando trabajas en industrias donde hay una línea tan delgada entre el éxito y el fracaso, tener otro juego de ojos de confianza puede ser una buena ventaja real”.
Sculley también tuvo palabras cariñosas con el jefe saliente de Microsoft, Steve Ballmer.“Aquí hay un hombre que ha pasado 33 años en Microsoft y quiere a la compañía”, apuntó. “No ha obtenido el crédito que se merece por todo lo que ha conseguido”.
“No puede encontrar un CEO que no haya cometido errores en la industria tecnológica. Creo que Ballmer tiene mucho de lo que estar orgulloso. No consiguió que todo le saliera bien, pero no mucha gente lo consigue”. Y añade: “creo que es importante que los CEO cambien”.
– Computerworld