Un estudio de Forrester revela que los beneficios de la nube o de los análisis de los Big Data no son posibles sin una estrategia de aseguramiento del servicio apoyada en la administración de infraestructuras.
El Evolve Infrastructure Management Into Service Assurance concluye que “la evolución de las TI está siendo ahora la nueva ola de la Revolución Industrial, un movimiento que tiene su raíz en procesos estandarizados y en la automatización. El impacto económico de esta ola es similar al de movimientos anteriores: ritmo acelerado de la producción y productos de mayor calidad. En el mundo de las TI, los productos son los servicios de negocio. Las nuevas expectativas sobre la rapidez y la calidad que deben tener los servicios de negocio no pueden alcanzarse con unas TI de la vieja escuela”.
Para realizar este estudio Forrester Consulting encuestó a 150 responsables de la toma de decisiones en materia de TI de Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania y España. La firma contrastó la hipótesis sobre cómo está evolucionando la dinámica organizativa y económica de la administración de infraestructuras para conseguir su objetivo de optimizar al máximo el rendimiento y la disponibilidad a través de diversos sistemas, redes y aplicaciones para mejorar la calidad, la previsibilidad y la eficiencia del servicio. Los resultados revelaron que los encuestados están muy lejos del estado ideal de la administración de infraestructuras, pero están avanzando, con Europa por delante de los Estados Unidos.
El estudio de Forrester Consulting llegó a tres conclusiones esenciales: que la fragmentación de la administración de infraestructuras destruye su valor; que la convergencia se está produciendo, pero debe acelerarse; y que un proveedor “ancla” es clave para el éxito de la consolidación.
También señala que, “a medida que las empresas se orientan al cloud computing, big data, trabajadores que usan los entornos móviles y otras grandes tendencias, algunos programas de TI forman los cimientos sobre los que se construirán estas capacidades empresariales. Como cualquier base, debe ser robusta o de lo contrario la estructura anterior puede derrumbarse. La administración de infraestructuras – un pilar que algunos pueden considerar pasado de moda – es sin duda un requisito esencial. Debe consolidarse y convertirse en la principal competencia de TI que ofrece conocimiento sobre la situación de los servicios de negocio. A medida que evoluciona, se convierte en el tejido de la garantía de servicio de una empresa, es decir, la capacidad de asegurar que los servicios están aportando valor”.
Mike Sargent, director general de Service Assurance, CA Technologies, dijo que el estudio confirma la creencia de que “la administración de infraestructuras convergentes sitúa a las empresas y a los proveedores de servicios en una mejor posición para manejar las tensiones que acarrea la rápida adopción de las tecnologías móviles, contenido multimedia y las mayores expectativas de los clientes”.