En México existen aproximadamente 12 millones de trabajadores independientes o freelancers, es decir, una de cada cinco personas en el país labora bajo este formato. Y la tendencia es que el número aumente considerablemente en los próximos cinco años a medida que los centennials, la generación que nació entre 1995 y 2010 se incorporen en el mundo laboral.
Este tipo de trabajadores tienen como principal característica ser la primera generación 100% digital, capaces de controlar hasta cinco pantallas a la vez. Además, el concepto de “un sólo trabajo para toda la vida” es inconcebible para ellos.
Esta generación busca nuevas formas de trabajar, que les permitan complementar sus ingresos, realizar labores remotamente, utilizar la tecnología que más les funcione y, sobre todo, elegir invertir su tiempo y esfuerzo en proyectos que les apasionen.
Esta visión es la que explica la fuerza que ha adquirido el fenómeno que conocemos como Gig Economy, que en términos laborales tiene que ver con la figura de los freelancers y profesionales tercerizados, que permite a las empresas contratar a personas por un periodo de tiempo determinado o tareas específicas.
La realidad es que, en México, la flexibilidad laboral todavía tiene grandes áreas de oportunidad en las empresas. Existe cierta resistencia al cambio organizacional. Según un estudio de Citrix en Latinoamérica titulado #Quépasa en Latam: cloud, seguridad y trabajo flexible, sólo el 40% de las empresas brindan opciones de trabajo flexible a sus empleados, el 19% proporciona home office y sólo 14% posibilita a los empleados que puedan trabajar desde cualquier lugar y cualquier momento.
Las compañías deben empezar a comprender que el trabajo de los nuevos colaboradores se mide en función de lo que producen, entregan y resuelven, no según las horas que pasan en la oficina.
Es importante mencionar que el beneficio es tanto para los empleadores como los trabajadores de la Big Economy. Eso significa que los freelancers pueden seleccionar entre los proyectos que les resulten más interesantes y tener un mejor balance entre la vida profesional y laboral, mientras que las empresas ganan agilidad y tienen la posibilidad de aprovechar las habilidades del mejor talento para un trabajo en específico, a escala mundial y sin barreras.
La tecnología necesaria para maximizar la Gig Economy
¿Qué se precisa para que un freelancer contratado pueda trabajar remotamente de forma segura? Las empresas que decidan aprovechar este tipo de talento deben considerar que para que puedan ser productivos en cualquier momento y lugar, deben brindarles las herramientas tecnológicas y acceso a los datos corporativos que necesitan, y sin protecciones de seguridad engorrosas que ralenticen sus tareas.
Para conseguirlo, las compañías tienen que visualizar soluciones de espacios de trabajo que incluyan software que combine el acceso seguro a aplicaciones y datos con control contextual, visibilidad y análisis de comportamiento en dispositivos, redes y nubes.
Con ello, los gerentes de TI podrán proteger, detectar y mitigar de forma proactiva el riesgo con inteligencia aplicada a cada escenario único con el objetivo de erradicar las posibles brechas que provienen del factor humano.
Además, en el momento que el proyecto se finalice o la empresa decida trabajar con otro freelancer, los gerentes de TI podrán eliminar los accesos pertinentes a la información corporativa, eliminando así cualquier posible fuga de datos.
En conclusión, la Gig Economy llegó para quedarse y las empresas deben prepararse para adoptar y maximizar los beneficios de este fenómeno. El reto entonces es implementar soluciones con las que puedan trabajar sin barreras y que combinen de la mejor manera la experiencia del usuario y la seguridad de los datos.
Por Martín Borjas, Country Manager de Citrix México