El número global de usuarios de smartphones biométricos se espera que alcance los 471,11 millones en 2017, desde los 43,23 millones de 2013. En este periodo la base de usuarios podría pasar de una fase de adopción temprana a una fase temprana de maduración, dando a la biometría la oportunidad de superar a las tecnologías existentes como el factor de autenticación doble (2FA). Para el 2019 la biometría podría ser una tecnología madura y migrar hacia los dispositivos móviles.
En el informe ‘Biometrics Go Mobile: A Market Overview’ hecho por la firma Frost & Sullivan, se considera que los ingresos provenientes de la biometría en los teléfonos móviles inteligentes podría crecer desde los 53,6 millones de dólares del año 2013 a los 396,2 millones de dólares en 2019, creciendo anualmente un 39,6%.
“Debido a las capacidades de hardware existentes entre los distintos dispositivos, la mayor parte del crecimiento se espera que provenga de las tecnologías de reconocimiento facial y de voz”, comentó Jean-Noël Georges, director del programa global ICT de Frost & Sullivan. “Si bien las tecnologías biométricas serán impulsadas por la proliferación de nuevos dispositivos con autenticación por huella dactilar, su aceptación no terminará de cuajar hasta que el mercado no desarrolle un software de autenticación más sofisticado y preciso”, agregó.
Las tecnologías biométricas compiten con otras tecnologías de identificación fáciles de usar, como la NFC, y también necesitan una inversión significativa en infraestructura y sensores. La biometría proporciona datos personales de las personas, por lo que la gente es reacia a usarla.
Actualmente, la biometría no está totalmente adaptada para su uso adopción masiva y uso individual. La confianza de los usuarios en estos dispositivos aún es baja.
– Computerworld España