En el mundo empresarial actual, donde la digitalización y la dependencia tecnológica son imperativos, la seguridad de los centros de datos se posiciona como la piedra angular en la protección de información sensible y el funcionamiento continuo de las operaciones corporativas. Estos centros requieren una atención meticulosa para salvaguardar tanto la integridad física como la ciberseguridad.
Los centros de datos son cada vez más rápidos, escalables y eficientes, lo que deriva en un mayor riesgo para la seguridad ante el aumento de posibles ataques cibernéticos contra la infraestructura física. Según el informe de Ciberamenazas 2022 publicado por SonicWall, los ataques de ransomware crecieron en un total de 623 millones en todo el mundo durante el 2022. Además, figuraron como la principal amenaza en 2023.
La seguridad no solo previene filtraciones de datos, sino que también garantiza el funcionamiento y la integridad de la infraestructura corporativa, los servicios en la nube e incluso procesos operativos.
9 de cada 10 profesionales encuestados de seguridad estimaron que las amenazas basadas en IA afectaron a sus organizaciones en 2023 y se confirmó que el 60% de las organizaciones afectadas por ransomware pagaron para permitir la recuperación de su información en dos ocasiones o más.
Protección Física y Virtual
La seguridad en los centros de datos abarca dos dimensiones esenciales: la seguridad física y la ciberseguridad. Por un lado, la protección física implica medidas que van desde la vigilancia 24/7 hasta controles de acceso estrictos. Estos elementos buscan prevenir intrusiones y asegurar que solo personal autorizado tenga acceso a las instalaciones.
Por otro lado, la ciberseguridad se centra en proteger la infraestructura digital contra amenazas tales como: malware, ataques DDoS y vulnerabilidades de software para asegurar la continuidad de una operación que demanda una alta disponibilidad.
La implementación de una adecuada segmentación de red, sistemas de detección de amenazas y vulnerabilidades, actualizaciones de seguridad constantes, políticas y procedimientos debidamente articulados y conocidos por el personal, así como los planes de recuperación en caso de desastre son cruciales para mitigar riesgos virtuales y prevenir la exposición de datos críticos capaces de detener la operación de un centro de datos.
Mejorar la rentabilidad mientras se protege un negocio permite mejorar desde la eficiencia de un proceso hasta el control en tiempo real de todas las variables importantes de la organización, por lo que se recomienda implementar servicios o plataformas dentro de la arquitectura del sistema de IoT para conectar todos los elementos en la empresa, recopilar datos críticos y analizar los datos para descubrir perspectivas interesantes.
Principales riesgo: Datos Sensibles y Vulnerabilidades
La seguridad del centro de datos no se trata únicamente de evitar filtraciones de datos, sino también de garantizar el funcionamiento y la integridad de la infraestructura empresarial y los servicios basados en la nube. La implementación de prácticas de seguridad robustas asegura la disponibilidad y la continuidad de los servicios cruciales.
La combinación de medidas de seguridad física y ciberseguridad garantiza no solo la protección de datos valiosos, sino también la estabilidad y el funcionamiento ininterrumpido de las operaciones empresariales. Con amenazas cibernéticas en constante evolución, la inversión en la seguridad de los centros de datos se presenta como una decisión estratégica y esencial para el éxito continuo de las empresas en la era digital.