La ciberseguridad se ha convertido en un factor crítico que puede llegar a determinar el éxito o el fracaso de una empresa. En el mundo se ha presentado un crecimiento acelerado del comercio electrónico, la protección de datos sensibles y la confianza del cliente son elementos esenciales que no pueden pasarse por alto.
Tan solo en México, durante 2023, se registraron 94 mil ciberataques, si bien menos que en años anteriores, donde se contabilizaron hasta 187 mil millones, se detectó una mayor sofisticación y enfoques en ataques individuales, además del uso de nueva tecnología que puso cada vez más a prueba a los softwares de protección de las empresas.
De acuerdo con Ana Sofía Menéndez Guevara, Líder del programa de Seguridad de Información en Axtel, las empresas mexicanas se enfrentan cada vez más a retos sobre ciberseguridad, y esto influye en su crecimiento y en el valor que sus clientes y prospectos perciben de ellos.
“Hoy en día uno de los mayores retos es ver a la ciberseguridad como algo integral, se trata de tener las herramientas necesarias y la concientización adecuada. Los ciberataques cada vez van madurando más, por lo que los controles y concientización de las empresas también deberían”, comentó.
Entre los aspectos que las empresas deben considerar en temas de ciberseguridad se encuentra la filosofía de “confianza cero” y ésta no se refiere a una tecnología aplicada, sino a la internalización de una cultura de la prevención dentro de las empresas.
Esta perspectiva implica la validación constante de la identidad y la integridad de los usuarios y dispositivos que interactúan con plataformas de comercio en línea, garantizando así la seguridad y privacidad de la información del cliente.
En el contexto del comercio electrónico, los riesgos operativos tradicionales se combinan con los riesgos tecnológicos, generando una red de amenazas que pueden impactar directamente en la reputación y la viabilidad de las empresas.
Desde ataques de phishing hasta brechas de seguridad en plataformas de pago, las amenazas cibernéticas pueden ocasionar pérdidas financieras significativas y daños irreparables a la imagen de una empresa.
Ante este panorama de retos y riesgos para las empresas, Ana Sofía aseguró que las compañías deben invertir cada vez más en ciberseguridad, pues no sólo protege los datos sensibles de los clientes y la reputación de la empresa, también fomenta la confianza del consumidor, fortalece su relación y promueve un crecimiento sostenible a largo plazo.
Sin embargo, la inversión en ciberseguridad no es cosa sencilla porque va más allá de la implementación de soluciones tecnológicas. También implica la capacitación de empleados en prácticas seguras en línea para poder generar hábitos ciberseguros, la adopción de políticas de gestión de riesgos y la colaboración con proveedores de servicios de seguridad confiables.
En este contexto, una legislación integral que regule la ciberseguridad en el comercio electrónico en México podría proporcionar el marco necesario para garantizar la protección de los datos del cliente y promover la transparencia en las prácticas comerciales en línea.
Estas leyes podrían establecer estándares mínimos de seguridad, exigir la notificación de brechas de seguridad y promover la colaboración entre empresas y autoridades para combatir el cibercrimen oportunamente.
La ciberseguridad no es sólo una preocupación técnica, sino una responsabilidad empresarial fundamental en el comercio electrónico. Invertir en ciberseguridad es relevante para proteger los activos de la empresa, fortalecer la relación de confianza con los clientes y promover un entorno de comercio en línea seguro y confiable en México.