En México no se está tomando en cuenta a una minoría que es fundamental para el desarrollo económico, científico, cultural y social del país: los menores con inteligencia superior o que tienen un IQ mayor a 130 puntos (medida que establece la OMS para diagnosticar la inteligencia superior). En entornos escolares tradicionales estos menores padecen de escenarios de discriminación, acoso escolar (es la minoría que más sufre Bullying en México) e incluso no se les permite destacar o desarrollar sus capacidades intelectuales. “De no detectarse a tiempo, la mayoría de los niños terminará por perder sus increíbles capacidades cuando lleguen a la adultez o bien, ”, explicó el Dr. Andrew Almazán Anaya, director de Investigación y Psicología del Centro de Atención al Talento (CEDAT).
Justo en el marco del Día Nacional del Sobredotado, que tiene lugar cada 30 de mayo, y que es una iniciativa que impulsó el propio Dr. Almazán Anaya hace 11 años, cuya finalidad es hacer consciencia sobre la importancia que tiene esta minoría para el desarrollo de México, explicó el valor económico que representa esta minoría a futuro:
Existe una relación entre el Coeficiente Intelectual y la riqueza de un país. Está comprobado que cuando disminuye el número de personas sobredotadas y éstas se van del país, el ingreso per cápita de la población disminuye. Lo anterior obedece a que se reduce la capacidad de emprendimiento, hay un menor número de empresas, y de igual forma, la investigación en ciencias decrece, y, por ende, hay menos patentes. Asimismo, la disminución de la inteligencia de un país también incide en el aumento de otros problemas sociales como la violencia y el incremento de la criminalidad.
Por cada dólar que se invierta en un niño genio, cuando llega a su adultez, retornaría de dos a tres veces esa cantidad al país en 20 años; no obstante al no capitalizarlos suceden fenómenos como la fuga de cerebros, en donde otros países capitalizarán sus potencialidades: en México más del 70% de las personas más inteligentes están pensando en emigrar a otro país para desarrollar sus capacidades intelectuales y laborales, porque tienen la percepción de que en nuestro país no tendrán las condiciones para lograrlo.
Para sustentar lo anterior, el joven investigador sostuvo que el país ha disminuido su IQ de manera sostenida en los últimos años, actualmente es de 85 puntos, tomando en cuenta la medición que realiza la Universidad de Ulster, mientras que los países con mayor número de personas inteligentes son Singapur (107), Hong Kong (106), Corea del Sur (105), Taiwan (105) y Japón (104).
El egresado de Yale afirmó que no obstante los grandes progresos que ha realizado el CEDAT en materia de diagnóstico y seguimiento psicoeducativo de niños con inteligencia superior en México (ha diagnosticado 14,000 casos), los fenómenos de la “fuga de cerebros” y de la disgenesia poblacional (cuando la inteligencia se reduce) se están agudizando: “Solamente se detecta el 3% de estos niños y ahora sabemos que una buena parte de ellos terminará yéndose del país. El resultado es que sus increíbles capacidades serán aprovechadas por otros países en áreas de educación, investigación, ciencia y emprendimiento o desarrollo de patentes”, dijo.
Al respecto, el investigador mexicano reveló los resultados de una encuesta reciente que realizó entre una población de 200 adolescentes y niños genio mexicanos de entre ocho y 16 años:
En algunos casos, 90% de los menores sobredotados en México planean irse del país para estudiar y vivir en el extranjero (especialmente a Estados Unidos, Canadá y la Comunidad Europea). Los menores comentaron que en nuestro país no se están dando las condiciones educativas, sociales y de seguridad necesarias para que ellos puedan desarrollar sus capacidades; es decir, concretar sus metas entorno a sus futuras investigaciones en áreas clave como ciencias, matemáticas, robótica, tecnologías de información o para emprender proyectos de negocio, incluso para realizar proyectos de ecología, sustentabilidad o iniciativas sociales.
Por esta razón, es prioritario cambiar las percepciones expuestas que tienen la mayoría de estos niños, no solo cada 30 de mayo sino con esfuerzos estratégicos que involucran a todas las esferas de la sociedad mexicanas.
El reto es crear las condiciones educativas para que puedan quedarse en México y no emigrar a otro país cuando sean adultos o incluso antes de cumplir la mayoría de edad. Creemos que un primer paso es intensificar la labor de detección de estos menores y al mismo tiempo promover iniciativas como la desarrollada en el CEDAT, donde los niños, sin importar su edad puedan desarrollar sus capacidades y al mismo tiempo realizar estudios universitarios en México, combinando el acompañamiento psicoeducativo que les brinda el CEDAT. En este sentido tenemos varios casos emblemáticos de menores que han estudiado sus carreras en México a muy corta edad y aún están en nuestro país.
Para concluir, el especialista subrayó que uno de los objetivos fundamentales del CEDAT es precisamente que los menores con inteligencia superior se queden en México para que aporten su talento y capacidad para el desarrollo económico del país en un futuro cercano: “No podemos dejar ir a este recurso humano que es fundamental para el crecimiento del país, debería ser una asignatura obligada retenerlos porque el riesgo de perderlos es muy real”.