Me gustaría comenzar abordando el tema con la siguiente frase como analogía: “Los toros no ven al torero, ven al capote”, de primera instancia se preguntará y esto que tiene que ver con el tema de los mensajeros instantáneos, permítame explicarme un poco.
Con los cambios recientemente anunciados por una popular aplicación de mensajería en sus políticas, muchas personas empezaron a preguntarse qué pasa con su información y los datos que en ellas comparten. Inmediatamente salieron otros nombres como opción, ofreciendo las mismas características o similares. Aquí es donde “el toro esta viendo al capote”, no lo que está en el fondo.
¿Porqué es tan popular el uso de los mensajes? Existen diferentes razones que puedo enunciar como ejemplos: una es que le permite a una persona tener múltiples conversaciones simultáneas dentro de una junta, porque encuentra espacios de seguimiento en diferentes momentos del día y no requiere la inmediatez como en una llamada; en otras ocasiones, es por que es gratis y ahí están todos sus amigos y la familia. Vamos, de alguna forma resulta efectiva la comunicación de esta forma.
Pero entonces, ¿dónde esta el torero?
Definamos primero quién es este personaje, ya que juega un papel fundamental para el éxito de las comunicaciones en las empresas.
Éste lo vamos a encontrar en sus procesos de comunicación, en el cual debemos integrar diferentes servicios como:
- la voz
- el video
- la mensajería
- compartir archivos
- búsqueda de personas en su directorio
- integración de bots
En la actualidad, estos servicios de comunicación seguramente ya los está usando, pero de manera aislada, usando dos o tres aplicaciones para lograrlo, con políticas de seguridad diferentes para cada servicio. Es allí donde realmente hay que mirar, ahí esta el torero.
Increíblemente, el servicio que invita a la adopción y utilización de los servicios arriba mencionados es el cliente de mensajería, por la interacción que genera entre las personas, pues donde encuentre la gente con quien le interesa interactuar, es la herramienta que va a utilizar.
Algunas de las diferencias entre las opciones de clientes que se podrían utilizar de forma personal versus los que se deberían implementar con fines corporativos, tenemos como ejemplo:
- Experiencia
- Una sola herramienta que integra todos los servicios integrada a su proceso.
- Un mecanismo de licenciamiento por empresa, no por usuario.
- Gestión
- Cuentan con una herramienta de gestión para agregar o eliminar usuarios
- Permiten obtener utilización de las aplicaciones, generando la información necesaria para que sea adoptado dentro de los procesos de negocio.
- Miden y reportan la calidad de los servicios.
- Seguridad
- Con un sistema de autenticación de usuarios y encriptación de todos los canales por donde se genera comunicación.
- Permiten moderar el contenido dentro de los grupos, no solo admitir o expulsar a miembros.
- Facilitan la implementación de políticas de seguridad con respecto al manejo, compartición y almacenamiento de la información,
- Cuentan con roles de usuario, que permitan el cumplimiento de estas políticas.
Ahora bien, ¿es fácil convencer al usuario de adoptar un cliente corporativo? La respuesta es no. ¿Por qué? Porque si uno me sirve para comunicarme con la familia, ¿por qué no usarlo de la misma forma para el trabajo, si son lo mismo?
Por lo mencionado, quisiera dejar ver que no son lo mismo. He ahí la diferencia de hacia dónde poner el esfuerzo de lo que debemos usar.
En conclusión, hay cosas que se atraviesan enfrente como señuelos, atrayendo nuestra atención, que nos preocupan y ocupan, poniendo lejos la relevancia del marco estratégico de lo que realmente pasa con la información a través de los medios que usamos. Y usted, ¿ya vio dónde está el torero con la información y los medios que utiliza?
Omar Peláez, Consultor de Colaboración de Cisco México.