Durabilidad, ciclos de vida de los dispositivos, el software empresarial disponible, el soporte para la lectura de códigos de barras y mucho más, son características que actualmente deben considerar las empresas al adquirir smartphones, advierte Manuel Sosa, director general de Intermec Technologies de México.
Además de la robustez del dispositivo y los precios de planes tarifarios, diseño del teléfono y el nivel de cobertura, Manuel Sosa señala que las empresas deben comprender los requisitos de los entornos de trabajo y de los usuarios que afectan el uso de smartphones para estos entornos emergentes, y así poder elegir los dispositivos que proporcionen el rendimiento más confiable, los ciclos de vida más largos y el máximo rendimiento de la inversión (ROI).
Muchos de los procesos de trabajo nuevos en los que se utilizan Smartphones incluyen la captura de datos frecuente. El teléfono es una herramienta esencial; no un accesorio. Los casos de uso emergentes incluyen el registro de datos de estudios o inspecciones en la pantalla táctil, la lectura de códigos de barras para realizar un inventario o registrar piezas utilizadas y la realización de transacciones como prueba de entrega, registro de huéspedes o procesamiento de pagos. En estos casos, la pantalla táctil y el lector de códigos de barras se utilizan con mayor frecuencia que en las implementaciones tradicionales centradas en la voz y en el texto. Por lo tanto, es fundamental contar con componentes adecuados.
Los smartphones de uso general tienen ciclos de vida notablemente cortos. Las empresas pueden evitar ciclos de reemplazos rápidos si seleccionan los dispositivos adecuados según el entorno de trabajo. Se supone que los dispositivos portátiles robustos que están diseñados para operaciones empresariales duran de tres a cinco años, aun cuando se emplean para procesos comerciales como el manejo frecuente, la recolección de datos y el uso en el exterior.
Cuanto más robusto sea el dispositivo, más tiempo durará en los entornos empresariales. Al brindar un máximo tiempo operativo, los dispositivos resistentes ofrecen mayor productividad. Además, generan menos costos de reparación y reemplazo que los modelos no resistentes.
“Es fundamental combinar el producto correcto con el requisito de trabajo correcto. Para lograr el éxito del proyecto, se deben evaluar la robustez del dispositivo, la funcionalidad integrada, la compatibilidad de software y la facilidad de uso”, concluyó Manuel Sosa.