Los gobiernos de todo el mundo están incrementando sus esfuerzos en la expansión de la capacidad de producción y el fortalecimiento de las cadenas de suministro.
La industria mundial de chips invertirá más de 500.000 millones de dólares en 84 fábricas que comenzarán a construirse entre 2021 y 2023, según un estudio de SEMI. Estas incorporarán sectores como la automoción o la computación de alto rendimiento. Esto refleja, reza el informe, la creciente importancia estratégica de los semiconductores para las geografías y para una amplia gama de sectores de todo el globo.
Además, se señala la importancia de los incentivos gubernamentales en la expansión de la capacidad de producción y el fortalecimiento de las cadenas de suministro. “El aumento de las inversiones es fundamental para sentar las bases para un crecimiento impulsado por una amplia gama de aplicaciones emergentes”, dice Ajit Manocha, presidente y director ejecutivo de SEMI.
Por ejemplo, en Estados Unidos, la ley de Ciencias y Chips ha catapultado a la región al liderazgo mundial en nuevos gastos. Se prevé que durante el próximo año dé comienzo a la construcción de 18 nuevas instalaciones. Y, en Europa, la Ley Europea de Chips, más conocida como Chip Act, generará hasta 17 fábricas junto con la zona de Oriente Medio. En Asia, Taiwán iniciará la construcción de 14 plantas, Y Japón y el sudeste del continente, incluyendo a Corea, tendrán nueve instalaciones.