Los vastas y rojas planicies y el cielo rosado de Marte sugieren que volcanes, meteoritos, e inundaciones moldearon su paisaje en algún momento. Hoy, unos cuantos robots, enviados por el Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA, exploran la atmósfera y superficie de Marte. Estos vehículos se encuentran en una misión para averiguar si el planeta rojo es, o fue alguna vez, un ambiente capaz de soportar vida.
Sin embargo, darle instrucciones a un vehículo en Marte es más difícil de lo que la mayoría de la gente piensa. Desafortunadamente, no hay un control con un joystick con el que un científico pueda moverlo de un lado a otro. De hecho, no existe nada de comunicación en tiempo real. Los científicos solamente pueden comunicarse con el vehículo Mars Science Laboratory Curiosity durante cortas ventanas de tiempo que ocurren una o dos veces al día. Y aun las transmisiones viajando a la velocidad de la luz toman entre siete y 20 minutos para alcanzarlo.