Olof Sandstrom, director de Operaciones de Arsys, corrobora este auge: “El mercado IT se está transformando por el modelo del cloud computing y la tecnología como servicio, que está creciendo exponencialmente en todo el mundo”. Sandstrom está convencido de que “dentro de cinco o diez años todas las empresas utilizarán cloud, de igual modo que adoptaron el correo electrónico o a las computadoras en el pasado. Esta transición se hará a corto plazo porque es la mejor manera de que las empresas refuercen su competitividad y esta es una prioridad para cualquier empresa hoy en día. En estos momentos, nos encontramos en un proceso de transición, estamos pasando de la mentalidad tradicional del mercado tecnológico (una máquina) a concebir la tecnología como un servicio, pero la empresa que no quiera usar cloud en tres años, va a tener problemas para poder competir y garantizar su futuro”.
Barreras
El director de Operaciones de Arsys cree que las barreras a las que se enfrentó el modelo inicialmente (falta de seguridad, problemas con las normativas de gestión de datos, etc.) “están cayendo progresivamente. Cualquier duda sobre la seguridad y las normativas de gestión de datos se disipan a medida que se conocen los niveles de servicio del proveedor, sus sistemas de seguridad, situación del centro de datos, el asesoramiento experto 24×7, SLA, los partners tecnológicos detrás de la plataforma cloud… Todos esos aspectos son imprescindibles al elegir el proveedor y deben tenerse en cuenta para que la migración a cloud”.
Alfons Friedl, director de Acens, añade que los miedos o barreras siguen siendo los mismos que en el modelo del CPD clásico: “Seguridad, certificaciones, cumplimiento normativo, traspaso toda mi información o no… Quizá una de las barreras o recelos ahora es el de si escoger una nube pública o una privada, o no quedar ‘atrapado’ en una nube porque el proveedor no trabaja con estándares de mercado o pone impedimentos en la migración de una nube a otra”.
Otra forma de entender el centro de datos
Sandstrom considera que la irrupción de cloud ha transformado la manera de entender los centros de datos, aunque matiza que “ha afectado de forma distinta a los proveedores como Arsys y a las empresas de otros sectores. Nosotros tenemos que orientar toda nuestra infraestructura a cloud. Eso requiere flexibilidad a la hora de diseñar en términos de espacio, crecimiento, distribución eléctrica y climatización, e implica un diseño inteligente para contemplar la manera de crecer rápidamente sin afectar al resto de los servicios en producción”. El directivo añade que también es preciso integrar la gestión de las infraestructuras y de las IT para que las actuaciones en cualquiera de las dos grandes áreas estén coordinadas y así lograr buenos indicadores de eficiencia. “Además –continúa– requiere toda una infraestructura orientada a la nube para que podamos detectar rápidamente los incrementos de demanda tanto IT como de infraestructuras y dar respuesta en tiempo real. Por otro lado, hay que tener en cuenta que la monitorización de los entornos de red en un ámbito cloud es bastante más compleja que la monitorización que estábamos acostumbrados a manejar en entornos tradicionales”.
No obstante, añade el directivo, para empresas de otros sectores, la gestión de su infraestructura TI es más sencilla y económica con la nube. “Las soluciones IaaS permiten desplegar infraestructuras virtuales de hardware y software en cloud. Así tienen la capacidad de computación que utilizan, sin inversiones iniciales, olvidándose de tareas rutinarias (actualizaciones de equipos y programas de seguridad, instalación de software, etc.), pagando exclusivamente por la infraestructura que utilizan”.