La vocación por el comercio exterior de la economía mexicana tiene una gran oportunidad con el nearshoring, la cual se deriva de una combinación de asuntos: el efecto de la pandemia de COVID-19 en las cadenas de abastecimiento globales; tensiones comerciales entre Estados Unidos y China e incrementos en los gastos logísticos de los centros de producción en el mundo por distintas razones.
Cifras del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señalan que México podría obtener 35,000 millones de dólares anuales, en el mediano plazo, sólo por nuevas exportaciones impulsadas por el nearshoring.
Este monto equivale al 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB) mexicano, y representa casi la mitad de los beneficios que, según el BID, el nearshoring traería a Latinoamérica 78,000 millones de dólares al año, ya que, con un adecuado traslado de parte o todos los centros de producción de una empresa a países cercanos, es posible crear cadenas de abastecimiento no sólo más próximas al mercado de consumo, sino también más eficientes en lo que corresponde a costos como los laborales, energéticos o fiscales.
Sin embargo, el éxito no llegará con simplemente alinear una cadena de suministro a una misma zona horaria o geográfica, ya que la noción de “estar cerca” puede tener diferentes matices y es fundamental la innovación tecnológica.
La proximidad realmente valiosa
Un centro de producción y los distintos integrantes de su cadena de suministro pueden ser vecinos en el mismo parque industrial, incluso en la misma avenida de una ciudad, pero la cercanía no marcará una gran diferencia si carecen de un recurso que les permita compartir información con eficiencia, ciberseguridad y en tiempo real para aprovecharla colaborativamente en soluciones innovadoras como son la Inteligencia Artificial, analítica, big data y aprendizaje automático (Machine Learning), así como Internet de las Cosas y robótica industrial.
Esto con el fin de mejorar la toma de decisiones, la gestión de las tareas y los costos de suministro, la administración de proveedores, entre otras actividades importantes en un modelo de nearshoring.
La nube concreta la ventaja competitiva
A través de un despliegue de Nube, con un ambiente multinube, por ejemplo, una compañía puede crear un entorno de información y colaboración para todos sus proveedores en nearshoring, sin que nadie –ni la organización dueña de los centros de producción ni sus múltiples proveedores– deba invertir en infraestructura tecnológica nueva.
Así, una fábrica en Texas y una compañía proveedora en Chihuahua, más allá de los beneficios de la vecindad geográfica, podrían usar la nube para compartir datos, comunicarse y colaborar en proyectos críticos de abastecimiento.
En ese sentido, la innovación Cloud fortalece los beneficios que brinda la estricta cercanía. No es sólo estar cerca –en uno y otro lado de una frontera–, sino contar con las mejores herramientas para transformar la proximidad física en resultados óptimos de negocio.
Para las organizaciones que quieren poner en marcha un plan de nearshoring, el reto principal es encontrar a socios Cloud adecuados, que demuestren expertise en el ámbito de la nube por lo que alianzas con proveedores como Azure, Amazon Web Services o Google Cloud pueden ser una referencia en tal sentido, y que operen sobre una infraestructura de conectividad robusta, con ciberseguridad y altos niveles de disponibilidad garantizados a través de enlaces dedicados.
Y en el caso particular de la economía mexicana, que dichas características estén disponibles en las entidades que ya tienen un papel destacado en las labores actuales de nearshoring, entre las que se cuentan Ciudad de México, Querétaro, Estado de México, Jalisco, Nuevo León y Guanajuato.
Encontrar a estos aliados de Nube debe ser una tarea prioritaria para las organizaciones mexicanas que quieren participar en este tipo de esquemas.
De acuerdo con una consulta reciente, realizada por Capterra, en 2023, el 88% de las empresas pequeñas y medianas de Estados Unidos –abastecedoras de múltiples centros de producción– reorganizará sus cadenas de suministro con el fin de incluir, además de más empresas estadounidenses, a proveedores ubicados en México.
En conclusión, para las organizaciones mexicanas, la innovación de nube es la forma más indicada para “estar cerca” y destacar en las oportunidades que llegan con el nearshoring.
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El autor de este artículo, Alejandro Hernández, es director general, MCM Telecom.