Los ejecutivos aman sus dispositivos, ya sean Android, iPhone o iPad. Ellos los usan para trabajar y jugar bajo las políticas corporativas que marca la tendencia del BYOD.
Con el fin de acceder a los datos de la empresa como el correo o las aplicaciones, el usuario tiene que renunciar a algunas facilidades que posee con su dispositivo, como la autoridad que tiene la empresa para borrar todos los datos del equipo en caso de robo o pérdida. A su vez, la empresa proporcionará todas las conexiones necesarias para el dispositivo.
La compañía, supuestamente, se beneficia del BYOD de dos maneras: la empresa ahorra dinero al no pagar un dispositivo, así como gozar de una mayor productividad, incluso fuera de las horas y días de trabajo. Es decir, el empleado no tiene la opción de apagar un teléfono corporativo separado.
Ambas partes se beneficias, sin embargo, son puede ser de una manera controvertida.
En materia de ahorro, Aberdeen Group encontró que una empresa con mil dispositivos móviles gasta un extra de 170 mil dólares por año, en promedio, cuando utilizan un enfoque BYOD debido a los costos de procesamiento de los informes. Sin embargo, en materia de productividad de los trabajadores, el beneficio es mejor, Andrew Borg, analista de Aberdeen Group dijo que los trabajadores BYOD son “más propensos a tener su dispositivo con ellos en todo momento, no sólo durante las horas de trabajo, lo que significa que son más accesibles y están en contacto.”
“Pero eso no es siempre el caso”, dice Stanley Li, director general de Netswitch. Li ha ayudado a muchas empresas a adoptar programas de BYOD, incluyendo VMware, por lo que a principios de este año ordenó que todos los empleados llevarán un smartphone. El problema, dice Li, es que muchos de los trabajadores se van de vacaciones internacionales con sus equipos y esto puede tener el efecto contrario en la productividad de los empleados.
Li ha tenido experiencia de primera mano de viajar al extranjero de vacaciones con gente de otras compañías, incluyendo un ejecutivo de VMware, y vio que muchos se negaron a pagar un roaming internacional por ser un servicio caro. Antes, la compañía pagaba automáticamente el roaming internacional debido a que el teléfono era un activo corporativo, así los empleados trabajaban unas horas durante sus vacaciones.
Con BYOD, los empleados podrían utilizar una tarjeta SIM local o punto de acceso Wi-Fi, pero sólo de vez en cuando y la empresa no puede pagar el roaming en un teléfono BYOD porque el empleado se supone que es está de vacaciones. El empleado tendría que negociar la itinerancia mundial antes de irse de vacaciones o simplemente correr con los cargos de roaming global.
Esencialmente, BYOD elimina la libertad de trabajo que los empleados con teléfonos corporativos estaban haciendo.