Intel difundió más información sobre sus avances logrados junto a QuTech en el desarrollo de la computación cuántica, con su nuevo chip de control cuántico criogénico denominado Horse Ridge.
Para efectos prácticos, el nuevo chip permite acelerar el desarrollo de sistemas de computación cuántica, acercándolos a la realidad de poder ofrecer sistemas con más qubits para mejorar el rendimiento, en tamaños inferiores y más eficientes y que puedan operar a temperaturas menos críticas.
Según las características técnicas clave de ‘Horse Ridge‘, el nuevo chip simplifica la electrónica de control necesaria para que el sistema cuántico pueda operar, mediante el uso de un sistema SoC altamente integrado basado en tecnología CMOS FFL (FinFET Low Power) de 22 nm con cuatro canales de radiofrecuencia integrados en un mismo dispositivo.
Cada uno de los cuatro canales del chip puede llegar a manejar hasta 32 qubits, aprovechando la multiplexación de frecuencia, una técnica que se basa en dividir el ancho de banda total encargada de transportar la señal. Con ello, el chip ‘Horse Ridge’ puede controlar un total de 128 qubits, una cifra más del doble que los anteriores 49 qubits manejados por el chip Tanble lake de Intel que data del año 2018.
Estos qubits de spin superconductores pueden llegar a operar a velocidades de entre 13 y 20 GHz, muy por encima de los 6 o 7 GHz manejados por los qubits denominados transmons. Del mismo modo, el chip Horse Ridge avanza en la línea de requerir temperaturas de trabajo menos extremas.
La compañía sigue explorando en los qubits de spin de silicio, que tienen el potencial de poder operar a temperaturas tan altas como 1 kelvin (-272,15 grados Celsius), todo un hándicap para los sistemas de computación cuántica.