Dicha infraestructura crítica soporta el mantenimiento y el control de la red de energía eléctrica, el gas natural y el petróleo, las instalaciones de energía nuclear, las plantas de tratamiento de aguas, las carreteras y los ferrocarriles. Si se produjera algún ataque significativo a cualquiera de ellas, las consecuencias podrían causar graves daños.
Para muchos expertos es vital que los países refuercen la seguridad de sus sistemas informáticos estatales ya que ni siquiera Estados Unidos cuenta con una infraestructura puramente segura, ya no sólo se necesita dominio militar para ser una gran potencia. Ahora la tecnología juega un papel clave a nivel internacional, más aún a la hora de blindar sistemas informáticos de los que dependen la seguridad, la defensa y la independencia energética de un Estado.
Y es que la mayoría de los países no llevan al día los temas de legislación cibernética, de hecho, este año en Estados Unidos se intentó aprobar una Ley de Seguridad Cibernética para atajar las vulnerabilidades de la infraestructura crítica, pero numerosos opositores la paralizaron manejando el excesivo control que se le daría al Departamento de Seguridad Nacional, por lo que tendrán que encontrar nuevas propuestas para evitar ataques que podrían ser nefastos.