“Las empresas deben empezar a plantearse cómo hacer frente a los 21,000 millones de dispositivos para Internet de las Cosas (IoC) previstos para 2020 que querrán ingresar en las redes de cualquier organización”, subrayó Tim Zimmermann, vicepresidente de Investigación de Gartner.
Muchos dispositivos IoC utilizarán el ancho de banda establecido en la red de la empresa. Sin embargo, es importante que la organización de tecnología trabaje directamente con el área de gestión de instalaciones (FM) y las unidades de negocio (BU) para identificar todos los dispositivos y proyectos relacionados con la infraestructura de la empresa y vinculados a la red.
Una vez que todos los dispositivos conectados a la red se identifiquen, TI debe crear o modificar la política de acceso a la red, como parte de una política empresarial interna. Esto debería determinar cómo se conectan estos dispositivos, así como las políticas de acceso.
Aunque se vayan incorporando más dispositivos a la red de la empresa, sus responsables tendrán que crear segmentos virtuales. Éstos permitirán a los arquitectos de la red separar todos los activos IoT (como luces LED o cámaras de vídeo) de otro tráfico de red.
Como el concepto de segmentos virtuales sigue madurando, las nuevas capacidades de red deben permitir priorizar el tráfico de diferentes segmentos virtuales, con las aplicaciones empresariales por delante de los sistemas de iluminación o de control de accesos, por ejemplo.
-IDG.es