Cada vez más compañías están contribuyendo con los proyectos de código abierto, pero la gestión del software de código abierto es todavía caótica.
Esos son dos de los descubrimientos de la encuesta Future of Open Source del 2016 de Black Duck Software, fabricante de productos para ayudar a asegurar y gestionar el código fuente abierto.
La encuesta a más de 1300 desarrolladores, gerentes de desarrollo, CIOs, CSOs y CEOs de 64 países, encontró que muchas compañías que previamente habían descargado y usado el software de código abierto sin contribuir a ningún proyecto, están comenzando a devolver algo a la comunidad. El 67% de las empresas dijeron que fomentan activamente a sus desarrolladores a comprometerse y contribuir con proyectos relevantes de código abierto, y una de cada tres tienen los recursos a tiempo completo dedicados a este tipo de proyectos.
“Yo lo llamo la segunda etapa de la adopción del código abierto”, señaló Jeffrey Hammond, analista principal en Forrester Research. “Las empresas solían decir, ‘Nosotros dejamos que los desarrolladores contribuyan, pero en su tiempo y utilizando su mail personal’. Ahora dicen que quieren que sus desarrolladores contribuyan con los proyectos bajo el nombre de la empresa”.
Hammond cree que una de las razones de este cambio radical es que la última generación de desarrolladores está tan acostumbrada a contribuir con proyectos de código abierto y compartir códigos con otros desarrolladores, que solamente trabajarán para empresas que les permitan seguir haciendo esto. Eso significa que las compañías que quieren retener a los talentos, no tienen más opción que permitir que sigan contribuyendo con los proyectos de código abierto.
Hammond anotó que también hay otra razón y tiene que ver con la contratación de los mejores desarrolladores que trabajan en proyectos relevantes. “Las compañías están diciendo que quieren atraer a los desarrolladores de aquellas comunidades que sean estratégicas para ellos”.
El Lejano Oeste del software
A pesar de animar al personal a contribuir con los proyectos de código abierto, el software gratuito es todavía el Lejano Oeste para la mayoría de negocios. La encuesta halló que casi el 50% de las compañías no tienen políticas formales para la selección y aprobación del código de fuente abierto, y la mitad de las que sí tienen no las hacen cumplir y no tienen políticas que puedan ser eludidas.
Los riesgos de permitir un código abierto gratis para todos -en vez de usar un proceso de gestión formal- incluye violaciones de licencias -sobre todo si el código abierto termina en productos comerciales-, y problemas de seguridad si el software de código abierto no está construido como para arreglar las vulnerabilidades conocidas.
“Este tipo de números son un shock constante para mí, ya que se siente como si estuviéramos de vuelta en el 2008″comilla”, comentó Hammond. “Es un poco mejor de lo que solía ser, pero todavía me sorprende por qué tiene que ser tan difícil”.
Cualquier empresa que sea tentada a creer que no necesita preocuparse por el software de código abierto porque solo usan productos basados en Windows, se están engañando a sí mismos, advirtió Hammond. “.Net Core de Microsoft ya es de código abierto, así que decir que es un comprador exclusivo de Microsoft, ya no es una política de código abierto”, señaló.
Asimismo, añadió que contratar personal más joven solo para cumplir con las políticas de código abierto podría ser una lucha cuesta arriba. “Es una cuestión generacional”, explicó Hammond. “Muéstreme un desarrollador que tenga menos de 25 años y yo le mostraré un usuario de software de código abierto. El proceso de compra tradicional es extraño y ajeno para ellos, y además consume mucho tiempo”.
El código abierto va en aumento
Independientemente [o quizás debido] al hecho de que muchas empresas no tienen las políticas de software de código abierto adecuadas en su lugar, la proporción de los encuestados que reportaron el uso del software de código abierto creció de un 60% el año pasado a un 65% este año.
Aunque este número ha ido aumentando de forma constante en los últimos años, uno de los cambios más notables son las razones que están detrás de la adopción del código abierto, señaló Bill Ledingham, CTO de Black Duck.
Hace cinco años la encuesta encontró que el factor clave para la adopción del software de código abierto era el hecho de que no costaba. Más recientemente, el acceso al código fuente era más importante. Sin embargo, este año las características competitivas son la razón principal para la adopción del código abierto, y Ledingham cree que eso es porque el software de código abierto está a la vanguardia en muchos campos.
“Si toma el ejemplo de big data, existen diferentes proyectos (como Hadoop o Cassandra) que las empresas pueden aprovechar”, anotó. “Esto no está motivado por los costos, adoptarlos se trata, puramente, del acceso a nuevas tecnologías”.
La encuesta de Black Duck arroja algo de luz sobre las áreas de la tecnología en las cuales el software de código abierto se usa de manera más común, y lo que está claro es que ha habido un cambio fundamental que se ha alejado de la nube y de los proyectos de big data. El área de los sistemas operativos es ahora la más interesante.
Ledingham señaló que el interés en los sistemas operativos se puede deber a la popularidad de Docker y otras tecnologías de contenedores: 76% de las compañías encuestadas dicen que tienen planeado usar contenedores, y en los últimos 12 meses se ha visto un gran entusiasmo alrededor de los proyectos de sistemas operativos de contendores de código abierto incluyendo CoreOS, Snappy Ubuntu Core, RancherOS y Red Hat Project Atomic.
Ledingham confesó que le sorprendió que los sistemas operativos se hayan vuelto lo más interesante del desarrollo de código abierto, porque eran los sistemas operativos (como BSD Unix y Linux) los objetivos de algunos de los proyectos más antiguos de desarrollo de código abierto. Uno esperaría que los sistemas operativos fueran vieja historia, señaló, ilustrando que el mundo de software de código abierto no sería nada si no fuera impredecible.
-Paul Rubens, CIO (EE.UU.)