Las entrevistas de trabajo generan gran estrés, aún más si se realizan preguntas incómodas o que discriminen. En serio, estamos en 2016 y, con base en el número de artículos, columnas que aparecen en Google con el siguiente texto, “preguntas de entrevista de trabajo que no se deben hacer”, parece que directores de Recursos Humanos, selección de personal e incluso los ejecutivos aún no pueden entender lo que es apropiado para preguntar a un candidato y en especial a una candidata.
The Elephant realizó un estudio en Silicon Valley, encuestó en 2014 a aproximadamente 200 mujeres con al menos 10 años de experiencia. Los encuestados eran gran parte de empresas de Silicon Valley y la Bahía de San Francisco, el 91% de la muestra labora en esa zona. El 77% de los encuestados tienen 40 años de edad o más, y el 75% tiene hijos.
A una porción de la encuesta se preguntó sobre el impacto de la familia en sus carreras, y se les pidió anécdotas en preguntas inapropiadas, sexistas y discriminatorias. En general, el 75% de los encuestados dicen que se les preguntó sobre su estado civil o los niños durante la entrevista; algunas mujeres incluyen anécdotas específicas:
“Es buen visto por las empresas no tener hijos, sin embargo, eso no estaría bien, si acepto el trabajo y más adelante tengo un embarazo.”
“¿Cómo sabemos que no nos va a despedir si tenemos un bebe?”
Una mujer encuestada se le preguntó si sería capaz de trabajar tan duro como los socios, “dado que usted es mamá con un niño pequeño.”
Una vez más, no son sólo estas preguntas discriminatorias, hay más sobre este rubro y son innecesarias (las madres que trabajan, en realidad son mejores empleadas) e ilegales. Es por ello que, si las aplica en sus entrevistas puede violar las leyes estatales y federales que prohíben la discriminación.
La mayoría de los hombres no se les realiza estas preguntas en las entrevistas; este tipo de preguntas son irrelevantes para la capacidad de laborar de una mujer. El único aspecto positivo es que, si en una entrevista le realizan alguna de estas preguntas, por lo menos sabe qué tipo de cultura sexista y sesgada se maneja en esa organización, puede tomar ventaja y sin dudarlo dirigirse a la puerta.
Sharon Florentin, CIO.
Traducción, Gerardo Esquivel.