Los ataques DoS lanzados contra el sitio de WikiLeaks para intentar expulsarlo de la Red son contrarios a los principios de Internet, según la Internet Society (ISOC). En consecuencia, sus autores deben ser identificados y perseguidos.
En la edición de diciembre de su newsletter, ISOC, grupo sin ánimo de lucro dedicado a luchar en favor del uso abierto de la Red, dice reconocer que la publicación de cables diplomáticos por WikiLeaks puede generar preocupaciones en las partes implicadas, pero subraya que intentar impedir el funcionamiento de su website es ilegal.
“A menos que se aporten leyes que justifiquen desactivar el dominio wikileaks.org de forma legal, deben buscarse soluciones técnicas para restablecer su presencia”, mantiene ISOC, “y se deben tomar las acciones necesarias para perseguir y procesar a las entidades (si existen) que hayan actuado para impedir el acceso a él”.
Con estas opiniones, la ISOC explica su postura respecto a los ataques DoS sufridos por WikiLeaks y a los que, a su vez, los defensores de ésta han respondido lanzando sus propios ataques contra organizaciones que se han negado a prestarla sus servicios, incluidas Visa, Mastercard y Amazon.com.
“Internet Society defiende los principios esenciales de libre expresión y no discriminación, fundamentales para la utilidad y apertura de Internet”, continúa ISOC. “Creemos que el incidente contra WikiLeaks ilustra claramente que tales principios están en peligro actualmente”.
Además, ISOC subraya que “la libre expresión no debe ser limitada por los controles gubernamentales ni privados sobre hardware o software informático, infraestructuras de telecomunicaciones u otros componentes esenciales de Internet”.
A pesar de los ataques contra su sitio, WikiLeaks ha conseguido continuar publicando documentos secretos en la Red gracias a la ayuda de múltiples sitios espejo que han sido creados por voluntarios de todo el mundo.
En este sentido, la ISOC señala que debido al diseño de Internet, los intentos de mantener WikiLeaks offline han fracasado, pero no han dejado de tener un efecto negativo sobre la Red en general. “Ha quedado demostrado que la eliminación de un dominio es un medio inútil para suprimir la comunicación, simplemente sirve para minar la integridad de la Internet global y su operación”.