La adopción del cómputo en la nube está aumentando rápidamente, pero no así la capacidad del CIO de estructurar y administrar este modelo, de acuerdo con la encuesta del segundo semestre de 2011 de KPMG Sourcing Advisory.
Los clientes del ousourcing de TI tradicional están batallando con el cómputo en la nube, según proveedores de servicios de TI y asesores en outsourcing encuestados por KPMG Sourcing Advisory. Éstos calificaron a la facilidad de sus clientes ejecutivos TI con varios aspectos del cómputo en la nube en una escala de uno a cinco, donde uno representaba “bastante incapaz” y cinco representaba “muy capaz”. Los ejecutivos de TI obtuvieron calificaciones bajas de sus proveedores y asesores: ninguno obtuvo siquiera una calificación media de tres.
Cuando se trata de administrar y gobernar las iniciativas cloud, los líderes de TI obtuvieron las puntuaciones más bajas de los encuestados: 1.64 de los asesores y 2.19 de los proveedores.
Sus capacidades en la contratación de la nube y estructurar acuerdos tampoco fueron mejor calificadas. Los asesores le dieron a sus clientes de TI una puntuación de 1.81. Los proveedores fueron marginalmente más generosos con un ranking de 2.35.
Los ejecutivos de TI también recibieron bajas puntuaciones por su capacidad de evaluar la madurez en el mediano plazo del cómputo en la nube y su viabilidad para soportar las necesidades de cómputo empresarial: 2.15 de los asesores y 2.68 de los proveedores.
Los proveedores de outsourcing dieron la calificación más alta de 2.81 a los clientes por entender cómo las opciones del cómputo en la nube pueden complementar o sustituir a los sistemas empresariales tradicionales y las inversiones en outsourcing. Los asesores le dieron a los clientes una calificación de 2.03.
Stan Lepeak, director de KPMG Sourcing Advisory Global Research, no se mostró sorprendido por estos bajos resultados. “Mucho del enfoque del cómputo en la nube ha girado en torno al futuro a largo plazo, no en examinar las oportunidades de corto plazo ni descifrar la realidad de las afirmaciones de los proveedores de servicios”, señala Lepeak.
Los casos de negocio claros que verifiquen los costos bajos que los proveedores de cómputo en la nube pregonan brillan por su ausencia, agrega. “No es tanto que los compradores no sean hábiles en las capacidades del cómputo en la nube”, afirma Lepeak, “sino que no han tenido mucha práctica real en utilizarlas, o que no hay suficiente datos relevantes disponibles de los proveedores para hacer evaluaciones de casos de negocio importantes”.
A pesar de las bajas puntuaciones que recibieron los ejecutivos de TI, los proveedores de servicio cada vez están captando a más compradores de soluciones basadas en la nube. Cuarenta y dos por ciento de los proveedores de servicio encuestados dijo que sus clientes tienen uno o más despliegues de servicios cloud y que los contratos se incrementarían 66 por ciento el año próximo, de acuerdo con la encuesta de KPMG.
Y es el rápido movimiento del mercado lo que ha dificultado a los clientes seguir el ritmo, apunta Lepeak, quien compara el cómputo en la nube con los primeros días de Internet, cuando los compradores lucharon por definir y ejecutar estrategias para explotar su potencial de negocio.
La curva de aprendizaje del cómputo en la nube para los compradores de servicios externos de TI tradicionales es “elevada, pero no inclinada”, agrega Lepeak. “Es una cuestión de practicar las habilidades conforme se adquieren”.
El mismo marco general y los mismos procesos que los clientes utilizan para los contraltos de outsourcing tradicionales pueden implementarse para los acuerdos de cloud computing: defina el ámbito del acuerdo, cree un caso de negocio, investigue al proveedor, determine métricas para el éxito que puedan medirse, planee la transición y la administración continua, y defina un plan de administración del cambio.
Los clientes necesitan acelerar sus capacidades cloud para estar al día con una cada vez más diversa serie de opciones de cómputo en la nube, pero es poco probable que lo hagan, señala Lepeak. En consecuencia, las implementaciones de cloud pueden empeorar antes de mejorar. “Veremos en la prensa en uno o dos años más sobre fallas en la nube, expectativas no cumplidas y beneficios exagerados”, concluye Lepeak.