También se producen ataques dirigidos en los que potenciales intrusos podrían sustraer datos sobre la empresa que incluso podrían llevar a la obtención de datos confidenciales mediante “puertas traseras” de la red corporativa.
Otro peligro reside en el grado de vulnerabilidad de la red, pues un simple troyano que un cibercriminal oculte tras un banner publicitario en la página web del usuario puede sustraer información de un sistema que no esté convenientemente protegido.
Las redes sociales no están exentas de caer en las redes del spam y el phishing, de modo que, una vez que una dirección de correo electrónico se activa, hay un 98 por ciento de posibilidades de que su propietario reciba spam. Peor aún es si un atacante obtiene acceso a la libreta de direcciones que el usuario almacena en su perfil, pues casi con toda certeza, sus contactos serán también víctimas de spam.
Los blogs y comentarios, así como los videos que se cuelgan en estas páginas pueden convertirse en adware no deseado o spyware. Por eso, es importante reforzar la seguridad para evitar que puedan ser imitados o secuestrados.
Las redes sociales también pueden sucumbir al peligro de la propagación de código malicioso, de modo que muchas de sus páginas web puedan aportar una plataforma ideal para distribuir virus, gusanos, bots, troyanos, rootkits, spyware, adware, grayware, soluciones de seguridad falsas u otro tipo de variantes de código malicioso.
Un elemento muy importante y en peligro es la reputación profesional. Puede ocurrir, si las empresas buscan trabajadores entre estas páginas web, que el perfil de un candidato ideal pueda pasarse por alto si un cibercriminal sustituye los datos y hechos de su currículum.
Desde BitDefender también consideran que, ya que el contenido de una página web dentro de una red social requiere una serie de recursos adicionales en infraestructura y mantenimiento, sin la apropiada capa defensiva, una organización podría terminar comprometiendo toda su red.
Por último, señalan la pérdida de productividad como uno de los principales peligros de las redes sociales. Por eso, recomiendan a las empresas supervisar las actividades de sus empleados dentro de la red corporativa para asegurarse de que existe un nivel de seguridad óptimo y no se malgastan los recursos.