Microsoft e IDC presentaron los resultados de una investigación que analizó la inversión, adopción y adaptación de soluciones y proyectos de IA (Inteligencia Artificial) dentro de las organizaciones, destacando el impacto que tiene en rentabilidad y productividad. Tal información busca dar una perspectiva significativa del alcance comercial que ofrece esta innovación, ayudando a los tomadores de decisión a comprender su verdadero valor.
A partir de los resultados del Índice de Tendencias Laborales de Microsoft, IDC encuestó a más de 2,000 líderes de negocio alrededor del mundo, examinando cómo las empresas están monetizando sus inversiones en IA, desde la generación de nuevas fuentes de ingresos hasta la entrega de experiencias diferenciadas a los clientes, pasando por la modernización de los procesos internos. Los hallazgos clave de este estudio muestran:
- El 71% de los encuestados afirma que sus empresas ya están utilizando la IA
- El 92% de las implementaciones de IA tardan 12 meses o menos
- Las organizaciones están obteniendo un retorno de sus inversiones en IA en un plazo de 14 meses
- Por cada dólar que una empresa invierte en proyectos de IA, obtiene un rendimiento medio de 3,5 veces
- El 52% afirma que la falta de trabajadores cualificados es su mayor obstáculo para implementar y escalar la IA
Estos resultados muestran el valor empresarial tangible que pueden detonar las soluciones IA, su aplicación en proyectos relacionados con la experiencia de los empleados, la atención al cliente y los procesos internos; destacando la forma en que la IA convertirá a la innovación en un factor de competitividad.
Una adopción acelerada en las tecnologías de IA transforma la perspectiva de las organizaciones en diferentes aspectos, como:
- Enriquecer las experiencias de los empleados. Los trabajadores de todos los sectores afrontan una deuda digital y cargas administrativas cada vez más grandes y complejas, reduciendo su productividad y ralentizando el cumplimiento de objetivos. Ante este panorama, la IA puede procesar datos de diferentes fuentes, desde sistemas empresariales hasta redes sociales, generando esquemas de comunicación más inteligentes y eficientes.
- Reinventar el compromiso con el cliente. Con un ambiente cada vez más competido en la adquisición y retención de clientes, las organizaciones buscan distinguirse entre la creciente cantidad mensajes que reciben los clientes, haciendo imperativa la oferta de experiencias personalizadas en tiempo real.
- Remodelar los procesos de negocio. La información empresarial suele estar dispersa, lo que la hace difícil de localizar y procesar adecuadamente. Al encontrar y establecer conexiones, la IA puede sacar identificar elementos valiosos para predecir y acelerar las cargas de trabajo. Esto se usa frecuentemente en proyectos de ciberseguridad, ayudando a identificar amenazas más rápidamente. También se emplea en manufactura, para crear réplicas digitales de los entornos de fabricación, optimizando los flujos de trabajo.
- Dominar la curva de la innovación. Empodera a las empresas para adelantarse a las tendencias del mercado, anticipando los cambios en la dinámica empresarial, y superar las expectativas de los clientes. Al no tener que modernizar todos los sistemas subyacentes para lograr estos resultados, y al poner la IA directamente en manos de los desarrolladores, las organizaciones tienen más campo para innovar.
Los datos de la encuesta de IDC y Microsoft confirman que las empresas están ansiosas por adoptar la tecnología de IA, indicando que 71% de los negocios ya están usando herramientas de IA, mientras que el 22% planea hacerlo en los próximos 12 meses. Sin embargo, incluso con este impulso, las organizaciones enfrentan a desafíos significativos, incluyendo la escasez de empleados cualificados, donde 52% de los encuestados afirma que carece del talento preparado para el despliegue de iniciativas de IA.