En cuestión de muy poco tiempo el mundo se ha quedado mudo. En cuestión de horas, las calles están desiertas, las casas llenas de gente y todo el mundo está conectado a una red que hace ligeramente más llevadera la situación. ¿Cuándo terminará el estado de contingencia? Los expertos no pueden dar una fecha y mientras esta llega, asistimos al que probablemente sea uno de los mayores cambios de nuestra era.
“El mundo va a ser diferente cuando vuelva la normalidad”, explicó Alberto Bellé, analista de IDG Research. “Esta crisis es distinta a cuantas hemos podido pasar y cuando volvamos, vamos a volver a un mundo distinto, vamos a regresar a un punto de salida distinto al que partimos”.
Antoni Pérez Navarro, profesor de Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación en la Universidad Abierta de Cataluña (UOC), consideró que “puede haber un cambio en la tecnología debido a la explotación intensa que estamos haciendo estos días”.
“Estamos ante una buena oportunidad para el sector TIC, sobretodo en el campo orientado a herramientas de teletrabajo, aunque dependerá en gran medida de cómo el personal y las empresas se adapten a ellas”, añadió su compañero Josep Jorba Esteve, miembro del Observatorio Tecnológico de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación.
Precisamente, este aumento masivo del teletrabajo va a ser lo que nos desemboque en otra realidad. “Las empresas y los empleados están viendo que es factible el trabajo de forma remota y eso va a cambiar por completo. Estamos acostumbraos a vivir en una cultura presencial y ésta va a caer para no volver”, comentó Alberto Bellé.
Impulso a la transformación digital
Un aspecto positivo de la crisis que está provocando la pandemia del coronavirus es el impulso que está experimentando la digitalización. “La tecnología no sólo se va a recuperar sino que problemente en muchos aspectos crezca”. Esta crisis está eliminando las barreras psicológicas que había ante la transformación digital. “Había una barrera cultural muy fuerte que forzosamente se está eliminando ahora”, añadió Bellé.
Tal y como expone el analista de IDG Research, la tecnología está posibilitando que multitud de compañías puedan desempeñar el teletrabajo sin apenas problemas, si bien es cierto, como apuntaba también Jorba, que hay que ir con cuidado pues:
“Aquellas empresas que no modifiquen la dinámica de trabajo pueden caer en experimentos fallidos que afecten a su productividad y que en el futuro se muestren reticentes a implantar el teletrabajo por el fallo de las soluciones en el momento actual”. No obstante, las grandes tecnológicas están facilitando multitud de herramientas para que las empresas puedan implementar el trabajo remoto de la mejor manera.
Como apuntó Pérez Navarro, si bien esta experiencia que estamos atravesando no es la más óptima para el trabajo en remoto desde nuestros hogares, será complicado cuando vuelva la normalidad, difícil decirle a las personas que se han pasado semanas trabajando en casa con las hijas e hijos, que no pueden trabajar desde casa cuando estén en el colegio. “Esto puede dar lugar a un aumento y democratización de las tecnologías propias del ámbito laboral, en el ámbito doméstico”.
Control de los datos
Por otro lado, el también miembro del Observatorio Tecnológico de los Estudios de Informática, Multimedia y Telecomunicación, César Córcoles Briongos, hizo referencia a un punto de inflexión muy interesante. “Después del ejemplo de la gestión china de la crisis, que es más invasiva de la privacidad de las personas, podemos anticipar que se acentuará la tendencia ya existente de los estados de hacerse con más control de la información privada, y esto tendrá grandes repercusiones sobre el sector. Las empresas del sector se preocuparán más de tener cadenas de suministros más diversificadas. A la larga esto podría derivar en menos productos y componentes Made in China”.
–IDG España