En el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (25 de noviembre), Luchadoras, una organización transfeminista que lleva más de 12 años trabajando para crear espacios digitales seguros para mujeres, personas disidentes y comunidades históricamente vulneradas, reveló en su informe más reciente que entre 2020 y 2023 ha recibido 2,049 solicitudes de apoyo de personas que han vivido algún tipo de violencia digital. De estas solicitudes, el 90.97% fueron de mujeres y personas LGBTQ+.
Entre estas denuncias, el 37.03% de las víctimas reportaron que las agresiones fueron cometidas por ex parejas, revelando una dinámica de control y abuso que se traslada al entorno digital, donde el acoso, la vigilancia y la difusión no consentida de contenido íntimo son tácticas comunes de esta violencia y confirma que las redes sociales, el sexting y las plataformas de mensajería se han convertido en herramientas para perpetuar este ciclo de violencia, muchas veces invisibilizado.
Este reporte se basa en las cifras obtenidas a través de la Línea de Apoyo de Luchadoras, un espacio dedicado a brindar acompañamiento y asesoría a quienes han sido víctimas de violencia digital. A lo largo de estos años, la organización ha trabajado para visibilizar y combatir las formas de acoso, amenazas y control que afectan de manera desproporcionada a mujeres y personas de comunidades vulneradas en el entorno digital.
Además, el informe destaca que el 14.51% de las personas que solicitaron apoyo fueron víctimas de la difusión de contenido íntimo sin consentimiento. Este tipo de violencia no solo vulnera la privacidad de las víctimas, sino que las expone a distintos tipos de violencias que tienen consecuencias emocionales y sociales importantes. Muchas veces, lo que comenzó como una relación consensuada se convierte en una táctica de castigo cuando la relación termina.
En 2020, cuando las dinámicas sociales se trasladaron al espacio digital debido al confinamiento, Luchadoras vio un aumento alarmante en los casos de violencia digital. El informe destaca que el 68.58% de los ataques documentados estuvieron relacionados con acoso, amenazas y difusión de contenido íntimo sin consentimiento. Estas prácticas fueron utilizadas como mecanismos de coerción o venganza, ejercidas especialmente por exparejas.
El zoombombing, un nuevo tipo de ataque digital que surgió con fuerza durante el confinamiento, se convirtió en una herramienta de agresión dirigida mayoritariamente por hombres, quienes irrumpían en videollamadas para acosar, insultar y compartir contenido sexual no solicitado. Además, el 24.69% de las víctimas identificaron que el uso de contenidos íntimos compartidos en el contexto de relaciones de confianza, como el sexting, fue utilizado en su contra tras la ruptura de estas relaciones
Más allá de los números, es fundamental reconocer y nombrar el impacto físico, mental y social que deja la violencia digital en la vida de las personas. Sofía, una de las mujeres acompañadas por Luchadoras, fue víctima de ataques masivos tras la publicación de un video en redes sociales que fue sacado de contexto por creadores de contenido. Fue acusada de ser una “mala madre” y sus agresores divulgaron su información personal, lo que puso en riesgo su seguridad y la de su familia.
“Atender esta problemática requiere de un abordaje que permita poner en la mira cuáles son los factores tanto estructurales como discursivos, que dan continuidad a estas dinámicas violentas en las plataformas digitales”, indicó la colectiva de Luchadoras al respecto.
En México, la violencia digital sigue siendo una forma de violencia estructural que afecta principalmente a mujeres y disidencias, y la falta de una respuesta efectiva por parte de las plataformas digitales e instituciones es uno de los principales desafíos. Según este informe, el 57.80% de los ataques se registran en plataformas afiliadas a Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp), mientras que otras como X y Telegram también son escenario de agresiones.
Durante la pandemia de COVID-19, el confinamiento exacerbó la violencia digital. El informe muestra que hubo un aumento del 48% en los casos reportados a la Línea de Apoyo durante los primeros meses del confinamiento. Las desigualdades y violencias estructurales no desaparecieron con el aislamiento social, sino que migraron al espacio digital, donde las mujeres y disidencias sexogenéricas enfrentaron mayores niveles de control, vigilancia y acoso.
En 2023, el informe también reportó un aumento en la creación de perfiles falsos y ataques organizados contra mujeres y personas LGBTQ+ en sus entornos laborales y académicos. Estas agresiones, conocidas como doxing, exponen la información personal de las víctimas sin su consentimiento, generando riesgos físicos y emocionales. Este tipo de violencia afecta especialmente a activistas feministas y creadoras de contenido que abogan por la igualdad de género y los derechos LGBTQ+.
Uno de los mayores retos para combatir la violencia digital es la insuficiente respuesta de las plataformas digitales. Según el informe de Luchadoras, el 57.80% de los ataques reportados ocurrieron en plataformas afiliadas a Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp). A pesar de los esfuerzos de algunas plataformas para implementar mecanismos de protección, como Stop NCII (‘Alto a las imágenes no consensuadas’ por sus siglas en inglés – Stop Non-Consensual IntimateImages), la lentitud en la respuesta a las denuncias y los sesgos algorítmicos perpetúan la violencia de género en estos espacios.
Ante esta realidad, Luchadoras hace un llamado para construir una donde las mujeres y disidencias puedan interactuar sin miedo a ser atacadas o silenciadas. Esta iniciativa busca que las plataformas digitales, las autoridades y la sociedad en general adopten políticas más estrictas y proactivas para prevenir y erradicar la violencia digital de género.
Consejos para personas que ayudan a víctimas de acoso digital
- Reconocer la importancia del primer contacto: Es fundamental que el primer contacto con la víctima esté centrado en la escucha activa y la creación de un espacio de confianza. De acuerdo con el informe, muchas personas que solicitan apoyo a la Línea de Luchadoras se sienten avergonzadas o culpables por la violencia que están experimentando. Es importante desactivar la culpa y hacerle entender a la víctima que no tiene responsabilidad en la violencia sufrida.
- Proporcionar información clara sobre las alternativas de apoyo: Asegúrate de que la víctima conozca todas las herramientas y recursos disponibles. Según el informe, Luchadoras brinda apoyo en tres áreas: asistencia legal, apoyo psicológico y orientación técnica para protegerse en plataformas digitales. Asegúrate de que la víctima conozca estos recursos y cómo acceder a ellos.
- Documentar las evidencias de violencia digital: Es esencial guiar a la víctima en la documentación de todos los incidentes de violencia. Esto incluye capturas de pantalla, correos electrónicos, mensajes en redes sociales, etc. Este tipo de evidencia puede ser crucial para futuras acciones legales o reportes a plataformas. De acuerdo con el informe, la documentación adecuada es clave para enfrentar las limitaciones de respuesta por parte de las plataformas y autoridades.
- Apoyar la creación de un plan de seguridad digital: Ayuda a la víctima a implementar medidas de seguridad en sus cuentas y dispositivos. El informe destaca la importancia de los “cuidados digitales”, que incluyen el uso de contraseñas seguras, activar la verificación en dos pasos, y controlar la información compartida en línea.
- Acompañar emocionalmente sin imponer decisiones: La agencia de la víctima debe ser respetada en todo momento. El informe subraya la importancia de que las personas acompañantes no impongan soluciones, sino que trabajen junto a la víctima para explorar alternativas y estrategias que se adapten a su contexto y necesidades.
Otros datos relevantes
- 2,049 personas solicitaron apoyo a la Línea de Apoyo de Luchadoras desde 2020 hasta 2023.
- 97% de las solicitudes provienen de mujeres, jóvenes y disidencias sexogenéricas.
- 58% de los ataques reportados están relacionados con acoso, amenazas y difusión de contenido íntimo sin consentimiento.
- 51% de las personas solicitaron ayuda por la difusión de contenido íntimo sin su consentimiento.
- 69% de las víctimas fueron atacadas por personas conocidas que rompieron acuerdos de confidencialidad tras la práctica de sexting.
- El 57.80% de los ataques ocurrieron en plataformas propiedad de Meta (Facebook, Instagram, WhatsApp).
- La pandemia de COVID-19 exacerbó la violencia digital, con un incremento del 48% en las solicitudes de apoyo durante el confinamiento.