Todos le tenemos miedo a Internet. Aunque el “miedo” es trending topic en estos días, ésta tecnología nos ha cambiado la vida. Le cuento algunos de los miedos más oscuros que circulan por la gran carretera de la información.
El primer miedo es la extorsión. Juanito tiene 12 años y sólo uno con celular en mano. Un día le llega un mensaje: “Si no llevas el dinero, vamos a matar a tu mamá”. Incrédulo y asustado porque, si no es a su madre, no contesta el teléfono, vacía la alcancía y lleva su dinero al lugar del encuentro. Lo reciben unos ciberdelincuentes; lo espantan más. Regresa a casa para encontrarse con su madre desconcertada, sana y salva.
La extorsión mediante mensajes de Facebook, Instagram, Telegram o WhatsApp es uno de los grandes temores. No queremos verlo, no queremos que nos pase, pero existe y nos deja temblando e impotentes, sobre todo cuando sabemos que existe apenas un ciberpolicía por cada millón de habitantes, que deja impune este delito.
Un segundo miedo es la pornografía infantil. ¿Cuántas de sus “selfies” ha subido usted a Internet?, le pregunto. “Todas” es la respuesta más común. La confianza brutal en la red ha hecho que toda imagen se comparta, ello atrae a los pedófilos y quienes se dedican a la trata de personas y la pornografía; es uno de los delitos que más ha crecido en México en los últimos dos años y que no se ha hecho nada para detenerlo. ¿Usted tiene miedo que aparezcan fotos de sus hijos desnudos en la red? Ese miedo frío nunca se comparará con una noche de halloween.
Un tercer miedo son las noticias falsas que recibimos todos los días. ¿Será verdad que el gran terremoto llegará este fin de año? ¿El eclipse va a afectar las cosechas y todos moriremos de hambre? ¿La revelación de los OVNIS cambiará el poder en el mundo? Una gran cantidad de noticias y conspiraciones políticas, sociales, internacionales circula por Internet sin restricción alguna. Su única finalidad es sembrar miedo. Introducir la duda, cultivar la discordia y la polarización. ¿Acaso leer las redes sociales no le da miedo algunas veces? ¿No es más terrorífico “saber” de esas noticias falsas que permanecer en la ignorancia?
Un cuarto miedo es la desconexión. He olvidado el teléfono celular, las redes sociales y por lo tanto mi enlace con el mundo se ha perdido. Este miedo a estar “desconectado” por minutos o unas horas es real. La enorme dependencia que hemos creado sobre estar “informados” y al pendiente de lo que pasa en nuestro mundo es preocupante. El problema de la desconexión con el exterior es que tiene un impacto en el interior de la persona: incomodidad, ansiedad, preocupación, nerviosismo y estrés. ¿Suenan parecidos a lo que produce cualquier película de terror?
Los miedos de Internet son reales, producidos y alimentados por las redes sociales que circulan alrededor de nuestras vidas. No necesita que lo espanten: mire su teléfono o su computadora para darse un buen susto.
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El autor de la columna “Tecnogob”, Rodrigo Sandoval Almazán, es Profesor de Tiempo Completo SNI Nivel 2 de la Universidad Autónoma del Estado de México. Lo puede contactar en tecnogob@pm.me y en la cuenta de Threads @horus72.