Las tendencias tecnológicas disruptivas de hoy están cambiando irreversiblemente la forma en que hacemos negocios, desde el punto de vista laboral y empresarial. La conectividad permanente, el uso generalizado de la tecnología de consumo, la presión a los CIO y la creciente demanda de TI, están alterando la forma en que trabajan los empleados y las empresas.

Según Gartner en su Strategic Planning Assumption, 40 por ciento o más del trabajo de la empresa será “no rutinaria” en 2015, esto es 25 por ciento más desde 2010.  Para las empresas, la incapacidad de reconocer y entender estos cambios está llevando no sólo a aumentar los problemas de seguridad de TI, sino también a perder oportunidades de crecimiento.

La evolución de la fuerza laboral y el lugar de trabajo

Como la línea entre el trabajo y la vida familiar es tan delgada, menos de dos terceras partes de los empleados a nivel mundial sienten que puedan hacer su trabajo en menos del horario tradicional de oficina “de 9 a 5”. La conectividad constante, múltiples grupos de interés y las demandas empresariales globales abrieron la mentalidad de “siempre conectado”. La conectividad 24 por 7 ha cambiado la forma de hacer negocios, y está redefiniendo el concepto tradicional. El trabajador de hoy espera ser medido por su productividad y no por las horas detrás de un escritorio, lo que indica un importante cambio hacia un modelo de trabajo flexible. Las investigaciones también muestran que existe una correlación positiva entre un modelo de trabajo basado en la flexibilidad y la moral del trabajador.

Para satisfacer las demandas del negocio y minimizar la pérdida de tiempo con la tecnología que funciona mal, los empleados no sólo requieren, sino que exigen dispositivos que pueden hacer frente a en cualquier lugar y en cualquier momento.

Al mismo tiempo, el auge de la tecnología de consumo y la proliferación de dispositivos de consumo móviles “inteligentes” han convertido a los empleados en conocedores de tecnología, con grandes expectativas sobre los dispositivos que utilizan en el lugar de trabajo. Si las empresas no son capaces de proporcionar los dispositivos y aplicaciones adecuadas directamente desde el lugar de trabajo, la gran mayoría son propensos a utilizar en sus dispositivos personales y en tecnología no segura simplemente para hacer el trabajo.

Para los CIOs esto significa que proporcionar a los empleados las herramientas adecuadas para hacer el trabajo ya no es un lujo, sino una necesidad para una fuerza de trabajo productiva, y esencial para la salud y el crecimiento de sus negocios. La tecnología debe permitir a los empleados trabajar de forma eficaz en función de sus necesidades individuales. Si no se proporciona la tecnología adecuada, la investigación ha demostrado que los empleados tomarán el asunto en sus propias manos.

Entendiendo los riesgos

Con las recientes condiciones económicas y la creciente presión constante sobre los CIO, algunas empresas están adoptando una posición de “esperar a ver qué pasa” para hacer frente a la evolución de la fuerza laboral y las demandas tecnológicas. Al intentar centrarse en las cuestiones de corto plazo, el riesgo de ignorar las tendencias de largo plazo podría ser terrible para las empresas.

Al no lograr administrar el uso de dispositivos de consumo, nuevas plataformas y servicios en el lugar de trabajo, las empresas arriesgan la pérdida de datos y se abren a amenazas de seguridad importantes. De hecho, 50 por ciento de las empresas con una política BYOD admitió sufrir pérdida de datos.

Igual de malo es tener una política de TI inflexible que no sólo obstaculiza la productividad, sino que también alienta a los empleados a buscar alternativas inseguras simplemente para sortear las dificultades que plantea la estructura. En un estudio reciente realizado por Fortinet, una tercera parte de los trabajadores admitieron haber transgredido, o estar dispuesto a hacerlo, la política corporativa de utilizar dispositivos personales, lo que demuestra que la política, por sí misma, es una forma efectiva de protección.

También hay un riesgo significativo de capital humano para las empresas que subestiman la importancia del dispositivo y que no ofrece a los empleados atractivas y eficaces opciones de tecnología. Además de la inhibición de la productividad, la investigación muestra que la mala tecnología en el lugar de trabajo y la mala calidad de los servicios de TI pueden dañar significativamente la motivación y la moral de los empleados. También hay evidencia de que los futuros empleados consideran el dispositivo cuando evalúan a los posibles empleadores para filtrar a las empresas “dinosaurio”.

El mensaje a las empresas es claro: entender las demandas tecnológicas de la fuerza de trabajo es vital para el crecimiento a largo plazo. Puede afectar, tanto directa como indirectamente la rentabilidad de una organización. En lugar de ignorar estas tendencias y la evolución, las empresas tienen la oportunidad de adoptarlas y aprovechar las ventajas que ofrezcan.

Orquestando la solución correcta

Pero, ¿cómo? Finalmente esto no es una solución de talla única para todas las empresas. Las políticas de TI y la elección del empleado sobre su tecnología tienen que ser orquestadas dentro de unos parámetros claros definidos por la organización para lograr el crecimiento y la eficiencia, así como proteger los activos.

Por ejemplo, las organizaciones podrían considerar una política BYOD (Bring Your Own Device) si son capaces de invertir en soluciones de seguridad, así como en soluciones de administración de dispositivos móviles. Otra opción podría ser la de invertir en una variedad de plataformas de dispositivos, tales como tabletas y Ultrabooks, que sean altamente seguras y manejables para proveer a los empleados el dispositivo de su preferencia según su puesto de trabajo.

Al dar a los empleados las herramientas adecuadas, las empresas fomentan el aumento de la productividad que se traduce en mayor rentabilidad, mayor retención del personal y mejor contratación. La nueva generación de dispositivos de clase empresarial combina la conveniencia de dispositivos de consumo, con la seguridad y la capacidad de administración de hardware de la empresa y, al hacerlo, se reúnen tanto las demandas de los empleados y como las del CIO.

El mensaje fundamental para las empresas es conseguir sacar la cabeza de la arena. El impacto de las tendencias de la tecnología de hoy en día es una realidad, si se ignoran, las consecuencias en el futuro podrían ser desastrosas.

– Leonardo González, Brand Manager de Soluciones de Movilidad para Dell Latinoamérica