El desarrollo de software no es fácil, y la administración de proyectos de este tipo puede ser muy complicada, sea cual sea el tamaño y nivel de complejidad del negocio o sector vertical. La evolución y nuevas implementaciones, y la creciente presencia de soluciones web y aplicaciones móviles hacen que los cambios sean constantes.
Hay varios tipos de proyectos en la industria del software y muy diferentes retos que debe afrontar en el futuro. Repasamos algunos:
1.- La globalización dispara la competencia
Si trabajamos en la industria del software y tenemos una gran idea, es muy probable que en cualquier otra de las miles de compañías competidores tengan ya un prototipo de la misma en marcha. El tiempo es, en este mercado, una realidad estresante y la competencia, local o internacional, en cuanto a precios, clientes o nivel de servicio, brutal. Los responsables de los proyectos deben trabajar en estrecha colaboración con los dueños del negocio, los ejecutivos y todas las partes interesadas, para resolver todos los factores que puedan influir en el éxito del proyecto.
2. Sistemas heredados y problemas de infraestructura
A menudo, las empresas han invertido enormes recursos financieros y humanos en implementar, mejorar y mantener sistemas e infraestructuras heredados. Como resultado, puede haber una gran reticencia a reemplazarlos, aunque estos sistemas ya no cumplan con sus expectativas. Incluso si convencen a la dirección de introducir nuevas soluciones, tendrán que enfrentarse a algunos empleados que tengan interés en agarrarse a lo anterior. Por ello, es crítico para los responsables de estos proyectos que sepan transmitir con claridad todos los beneficios a las partes interesadas y encontrar formas de aliviar sus temores.
3. Profesionales con experiencia
El proceso de selección de software puede llevar mucho tiempo y resultar tedioso, para los dueños de los negocios y sus directivos, y cuando se trata de su implementación, la búsqueda de profesionales con la experiencia necesaria para hacerla, puede resultar tan difícil o más que el propio despliegue. Por regla general, cuanto más complejo es el sistema, solución o proyecto, y mayor la organización, más experiencia es necesaria para llevarlo a la práctica.
4. SaaS que asume el control
Con cada vez más frecuencia, las tecnologías heredadas y los grandes sistemas ERP son reemplazados con soluciones SaaS, lo que abre la puerta a las PyMEs para acceder a las mismas o mejores funcionalidades que las grandes corporaciones, sin tener que afrontar inversiones descomunales. Muchas se suscriben a este modelo porque, además, libera recursos para otras iniciativas de más valor para la estrategia general de la empresa. Además, nos olvidamos de la obsolescencia o la depreciación natural de las tecnologías y encargamos a un tercero que se responsabilice de estos temas, sin tener que contratar personal adicional para ello.
5. Diversos requisitos a nivel de usuario
Las empresas tiene usuarios de los sistemas a diversos nivel, básico, avanzado, de administrador… Cuando se trata de implementar sistemas de gestión de proyectos de software, necesitan estar versados en los diferentes tipos de usuarios y las clases de derechos de acceso y permisos que necesita cada uno. Esto puede ser desde complejo a extremadamente complicado, en función del sistema.
Algunas empresas utilizan modelos basados en roles. El conocimiento técnico es muy importante para implementar sin problemas y garantizar los controles internos correctamente. Esto es particularmente crítico con las implementaciones de sistemas financieros, donde hay necesidad de adherirse con precisión a las normas.
6. Problemas de integración y enlace con terceros
Los proveedores de software ya no pueden desarrollar soluciones independientes. Existe una creciente necesidad de integrarse con las de terceros, por lo que es más complejo gestionar este tipo de proyectos, y hay que estar en permanente renovación de conocimientos y experiencia con otro software diferente al que desarrollamos.
Hasta cierto punto, puede ser como implementar varios sistemas dentro de un proyecto. Por ejemplo, si un jefe de proyecto está implementando un sistema de gestión financiera, incluyendo G/L, A/P y A/R, y módulos de información financiera, éstos pueden interactuar con aplicaciones de proveedores de pagos externos, instituciones financieras, gestión de contratos o CRM, entre otros. En ese caso, el director del proyecto puede estar obligado a trabajar con otros proveedores y tener un conocimiento suficiente de estos sistemas, para asegurar que se accede y se interactúa correctamente con otros sistemas de datos.
7. Pruebas y correcciones de software interminables
Esta industria está constantemente generando proyectos y, dentro de ellos, es necesario realizar varias iteraciones de pruebas, durante todo el ciclo del proyecto, para asegurar el resultado real esperado. Es común tener que repetir varias veces los procesos hasta resolver los problemas, y asegurarse de que no hay que empezar desde el principio y evitar la insatisfacción del cliente.
8. Gestión de ingresos
Además de los factores ya mencionados, existe otro reto adicional para esta industria y que tiene que ver con la gestión de ingresos, en una actividad concreta como ésta y que pueden afectar a su día a día. Desde el tipo de contrato con el cliente a su forma de ejecución y pago y durante todo el ciclo de vida del proyecto, la gestión de este circulante debe ser efectiva. Y no abordar este factor clave puede resultar de consecuencias nefastas.
La industria del software es extremadamente complicada y requiere conocimientos de gestión de proyectos, que comprenda áreas de desarrollo software, pruebas y garantías de calidad, aplicación, seguridad, control interno, gestión de relaciones con clientes, administración del cambio, procesos de negocio y muchas otras áreas, que hay que analizar.
