“En los últimos meses, la adopción de infraestructura como servicio (IaaS por sus siglas en inglés) y plataforma como servicio (PaaS por sus siglas en inglés) creció un 30% apuntando hacia la búsqueda de soluciones flexibles que permitan nuevos procesos de negocio y respuestas ágiles a las necesidades de las operaciones”, mencionó Edgar Fierro, vicepresidente y director general de IDC México durante el Foro Digital: IDC Future of Digital Infrastructure LatAm.
IDC predijo que el 65% del producto interno bruto (PIB) global será impactado por la digitalización en 2022, lo que está afectando ramificaciones a través de todos los aspectos de negocios e infraestructura.
En la charla “The Future Digital Infrastructure: Navigating the Digital First Industry Crosswinds”, Mary Johnston Turner, vicepresidenta de Investigación para la agenda del Futuro de la Infraestructura Digital de IDC mundial, señaló que las organizaciones están integrando el centro de datos tradicional con otras capacidades como nubes privadas, perimetrales, nubes públicas e infraestructura como servicio.
Durante los próximos cinco años, la infraestructura digital se alejará gradualmente de los silos de procesamiento, dirigiéndose hacia recursos compartidos en la nube y el edge computing. “Las empresas adoptarán un entorno más escalable, invirtiendo en operaciones autónomas y contratando infraestructura en modalidad de servicios basados en consumo”, comentó Turner.
El estudio Future of Digital Infrastructure Agenda Q2 Survey 2021 realizado en junio de este año, indicó que el 81% de las empresas planea utilizar un modelo informático por contenedores y kubernetes (un entorno que comparte un único host de control y sistemas de protección) en los próximos dos años. Para el 41% de las organizaciones, la aplicación de contenedores será estratégica y tardará algunos años en implementarse por completo.
Los cambios en la infraestructura de TI y el proceso de digitalización afectarán la contratación de recursos humanos, el 75% de las organizaciones considera que el personal de operaciones de TI crecerá a un ritmo más lento del que se va a requerir ante el rápido incremento en la adopción de nuevas aplicaciones.
Esta transición estratégica requiere cambios en cinco áreas clave: indicadores clave de performance (KPIs por sus siglas en inglés), financiamiento, arquitectura, operaciones y gestión. “Las métricas de desempeño estarán enfocadas a resultados por área, el presupuesto cubrirá servicios según consumo, habrá adopción de plataformas nativas en la nube y operaciones cada vez más autónomas”, destacó Turner.
La resiliencia de la infraestructura digital será una de las principales prioridades de las empresas durante los próximos dos años garantizando la resiliencia de la organización a largo plazo y el éxito del negocio, de acuerdo con el 71% de las empresas entrevistadas.
Entre las tendencias señaladas por el estudio se encuentra el trabajo con equipos optimizados, la integración de sistemas basados en datos, el consumo de recursos de forma colaborativa y la optimización de resultados mediante servicios en la nube y pago por consumo.
Juan Pablo Seminara, gerente de Programas Empresariales de IDC Latinoamérica, mencionó que la resiliencia digital es la habilidad de las empresas de adaptarse rápidamente a las disrupciones de los negocios con el objetivo, no solo de mantenerse “a flote”; sino también de capitalizar sobre las condiciones cambiantes del mercado; y todo esto con base en tecnología que les permita brindar servicios, productos y experiencias digitales.
En una encuesta realizada a finales del año pasado a empresas con más de 100 empleados de la región, mencionaron que en 2020 el 30% de su facturación ya provenía de productos, servicios y/o experiencias digitales, con la expectativa de alcanzar más del 40% de su facturación hacia 2025; esta transformación acelerada se ha sustentado principalmente en una demanda de los clientes por contar con más canales digitales, y en un segundo plano, por el interés de las empresas de ser más disruptivas en sus mercados.
Para lograr el manejo sencillo y seguro de la infraestructura que permita este crecimiento digital, al mismo tiempo que se hace sustentable y costo-efectiva, se vuelve fundamental contar con una infraestructura que pueda ser consumida como un servicio. De acuerdo con el IDC 2020 Q1 WW Cloud Infrastructure Tracker Historical and Forecast publicado en julio de este año, un 25% de los equipos adquiridos en la región en 2021 son destinados a despliegues de nube privada, un 16% a nube pública, mientras que el resto aún permanece en esquemas más tradicionales. Sin embargo, dada la aceleración esperada en la adopción de esquemas como servicio IDC espera que los despliegues en nube tanto privada como publica alcancen el 53% de las compras totales hacia 2025.
Entre las tres principales prioridades de la agenda del CIO para este año podemos destacar la seguridad, mencionada por 60% de los encuestados, la nube por el 41% y el análisis de Big data / Business Intelligence por un 35%. Las organizaciones de la región han visto que la digitalización acelerada por un lado incrementó las vulnerabilidades y por el otro, impulsó a adoptar más esquemas como servicio a la vez que aumentó la necesidad de extractar el valor de la mayor información digital disponible.