Capgemini, Sogeti y HP dieron a conocer las conclusiones del World Quality Report (WQR), entre las que destaca que el lento proceso de recuperación económica mundial está provocando que las empresas reevalúen su estructura básica de Tecnologías de Información (TI), la cual fundamenta sus procesos de negocio.
El informe señala que debido a la inseguridad de los mercados y su inestabilidad durante los últimos años de los años no se invirtió en TI, pero una vez que se recupera la confianza se desbloquean aquellas inversiones que son consideradas como “posibles” para la mejora de procesos, pero a su vez “onerosas” en su aplicación.
De acuerdo con Capgemini, la quinta edición del reporte tiene como objetivo investigar las mejores prácticas en pruebas de concepto para las aplicaciones de negocio que representen una oportunidad de generar un cambio positivo que se derive en mejores ingresos o altos niveles de productividad dentro de las organizaciones.
Dichas aplicaciones empresariales han impulsado el negocio de las empresas y se consideran de misión crítica, por lo que su operación “está condicionada al negocio y viceversa, y está ligada directamente a los ingresos”, señala.
En WQR de este año participaron CIOs, vicepresidentes, directores de TI y CEO, así como los responsables de calidad (QA Testing Managers) y otros ejecutivos clave de 2 mil empresas de todo el mundo.
El estudio revela además que los departamentos de TI internos se están encargando de desarrollar las pruebas y el conocimiento de negocio-tecnología necesarios para prever los cambios en la operación.
Así, 26 por ciento de las empresas participantes dijeron estar apostando por este modelo, lo que significó un crecimiento de 8 por ciento respecto al año. Un dato por demás interesante a la vista de que las empresas incluidas en este segmento están optando por invertir en activos propios de tecnologías de información que en aquellos que pueden contratarse y esto incluye personal e infraestructura.
Existe además un importante sector de las empresas que le da prioridad a la calidad de la prueba de concepto y a los resultados esperados para la operación como el factor de decisión para involucrar un outsourcer o integrador a la prueba.
Por otro lado, 57 por ciento de las empresas confían más en los factores de integración mediante un tercero debido a la rapidez de integración, un rápido retorno de inversión, la optimización de prácticas y la difusión de mejores prácticas.
También se detectó que las organizaciones están elevando sus inversiones en los Centros de Calidad, en los cuales se realizan las pruebas de concepto. En este sentido, 19 por ciento dijo que están invirtiendo en un centro de pruebas, en contraste con el 6 por ciento del año pasado.
Esta situación añade la expectativa de quienes utilizan a un tercero para pruebas de concepto o cualquier otra integración a ofrecer un valor agregado a los servicios que presta a las empresas y no ser únicamente proveedor de material de tecnología o fuerza de implementación sin responsabilidad en el resultado.
Estos datos, revelan que la tendencia apunta a colaborar con un integrador, pero han comenzado a mirar hacia alinear su operación y sus procesos de tecnología futuros en esfuerzos internos concebidos dentro de las empresas. Así, “tanto fabricantes como integradores deberán fijar esfuerzos para sumarse a la visión de sus posibles clientes en los cambios venideros”, añade el estudio.
– CIO México