La identificación digital proporciona una autenticación confiable y permite la entrega de una variedad de servicios a través de aplicaciones web o móviles que requieren prueba de identidad.
Aunado a tecnología móvil y a la web, y asegurado con Blockchain, un sistema de identificación digital es la opción más confiable y versátil de identificación ciudadana.
Al estar descentralizada, la información que forma parte del Blockchain de cada individuo es más segura tanto de ojos humanos como de hackers.
Uno de los papeles más importantes de cualquier gobierno al cuidar el interés público es posicionarse como una institución de confianza. De acuerdo con los participantes de la Conferencia de Identidad (Identity Conference en inglés) en los años 2018 y 2019, “mejorar la protección de la identidad digital es tan importante como asegurar que todos tengan una.” Al contar con formas únicas de acceso a la información (biométrica o autenticación doble), la identidad digital es también la identificación más segura para los ciudadanos en cualquier país.
Para la ciudadanía, gestionar la salud, organizar la educación de los niños, sacar un préstamo (o invertir ahorros), hacer un testamento, firmar un contrato de alquiler o ejercer los derechos civiles son actos de responsabilidad importantes que se pueden gestionar en el espacio digital. Sin embargo, la mayoría de estos procesos todavía se llevan a cabo de manera presencial, lo cual es más difícil y peligroso en la situación de pandemia en que vivimos. Lo anterior genera que mucha gente evite o dilate hacer trámites clave simplemente por evitar contagios.
Al mismo tiempo, estos sistemas anticuados e ineficiente que son la norma en la mayoría de los gobiernos actuales, son costosos. Por lo que, naturalmente, uno de los beneficios más importantes para los gobiernos es la reducción de costos.
Algunos casos prácticos
El presidente de Estonia, Toomas Hendrik Ilves reveló que su implementación de firmas electrónicas ahorró el 2% del GDP anual del país o el equivalente al presupuesto de Defensa Nacional. Un análisis de McKinsey Global Institute demostró que los mayores beneficios de un sistema de identificación digital incluyen ahorro de tiempo, ahorro de costos y reducción de fraude, como se demuestra en la figura a continuación
Al establecer un sistema de identificación digital, tanto los gobiernos como los ciudadanos se pueden sentir confiados de que sus trámites se están manejando de la manera más segura y eficiente posible. Al tener un usuario único, los ciudadanos pueden utilizar la plataforma en línea para realizar trámites gubernamentales desde solicitar subvenciones y becas hasta firmar documentos de manera electrónica.
Se pueden incluir en la misma plataforma cualquier número de instituciones, aún las no-gubernamentales. Si se incluyen instituciones financieras, el pago de impuestos y recepción de beneficios se vuelven más rápidos.
Para las empresas, la identidad digital mejora el servicio al cliente al tiempo que protegen los compromisos contractuales.
Los beneficios para los consumidores son tan valiosos para la empresa como para el consumidor mismo. Empezando por la innovación y novedad que ofrecen con estas nuevas tecnologías, los primeros en adoptarla tienen una gran ventaja competitiva sobre sus competidores. Para el consumidor, mayor eficiencia, mayor seguridad, menor tiempo por transacción y mayor facilidad de adopción son sólo algunas de las ventajas de la infraestructura de identificación digital.
Sin duda, la identidad digital es mucho más que una simple conveniencia o una novedad. El poder transformativo de las identificaciones digitales se ha comprobado en numerosos países tanto desarrollados como emergentes. Los países nórdicos, han tenido gran éxito en la implementación de sistemas de identificación electrónica.
Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca han superado los obstáculos de crear soluciones de identificación electrónica a nivel nacional, proporcionando a más del 70% de su población una identidad digital. Las autoridades no lo lograron solas, los principales bancos, en colaboración con la sociedad en general, fueron decisivas para una implementación efectiva. Como anécdota, en Noruega, se puede reservar una cama de bronceado a través de la misma plataforma en la que se paga los impuestos.
En el otro lado del mundo, los refugiados en Uganda usan so identidad digital para recibir servicios de salud y alimentación, para unificar familias y para procesos de asilo político. Más cerca de casa, los beneficios de la identificación digital han captado la atención del gobierno mexicano que actualmente está en proceso de implementar una identificación nacional basada en biometría, la CUID (Cédula única de Identidad Digital.)
El documento, que forma parte de la Ley General de Identidad y Ciudadanía Digital, será gratuito y deberá contener, tanto en su versión física como digital, datos personales como la Clave Única de Registro de la Población (CURP); nombre y apellido; fecha y entidad federativa de nacimiento; nacionalidad, así como información biométrica, que incluye firma, huella dactilar, registro de iris y voz. A petición del ciudadano, la cédula podrá incluir la cédula profesional, pasaporte, cartilla militar, información de seguridad social y demás que el Reglamento considere.
En un mundo cada vez más conectado y digitalizado, la identificación digital, se encuentra en el centro de múltiples procesos transformativos. El potencial de las identificaciones digitales de generar valor a través de asegurar transparencia, seguridad y eficiencia en los tramites comerciales, legales y servicios públicos generan grandes expectativas para su continua adopción alrededor del mundo.
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Ricardo Torices, director de productos biométricos en DICIO.