Las suscripciones a servicios de música en línea podrían duplicarse de aquí a 2017. Pero, como el pago de regalías a las firmas discográficas y artistas consume entre 60 y 70 por ciento de sus actuales ingresos, el sector es en sí mismo no es rentable, asegura un reciente informe de Generator Research.
El informe analizó, entre otros, a Pandora, Spotify y Rhapsody, los tres mayores gigantes, y en él se señala que, a menos que estos proveedores puedan monetizar su base de usuarios, mediante nuevos productos y categorías de servicios, o se integren en una empresa más grande, están condenados al fracaso.
Según este análisis, no hay actualmente ningún servicio de música en línea que pueda garantizar su rentabilidad futura, ya que la industria musical nunca renunciará a una parte sustancial de sus ingresos. “Para una compañía que cotiza en bolsa, como Pandora, esto significa que debe desaparecer del mercado continuo, como ya ha ocurrido con Dell”, advierte el informe.
Se estima que en 2017 el número de suscriptores a servicios de música en línea en el mundo superará los 1,700 millones, de los cuales 125 millones pagarán por un servicio de suscripción que evite la publicidad. Esto es un crecimiento notable, ya que la compañía estima que el año pasado, 767 millones de personas utilizaban estos servicios y, de ellos, 36 millones eran de pago, pero ¿qué hacer para ser rentables?
Fórmulas de viabilidad
Una de las fórmulas para que estos servicios de suscripción pudieran ser rentables es que aprovecharan acuerdos con proveedores de dispositivos móviles para ofrecer paquetes a determinados usuarios, o que se incluyeran sus servicios dentro de la variada oferta de un smartphone o tablet.
Así podrían florecer nuevos “superpaquetes” para el móvil en el que, por una cuota mensual adicional, se pudieran realizar descargas musicales. “Parece que algunos servicios, como iTunes Match, Google y Amazon, ya van en esta dirección”, se afirma en el informe.
Estos servicios también podrían comercializar datos sobre el comportamiento de compra de sus usuarios y, salvando los límites de la privacidad, permitir a los anunciantes obtener y utilizar esa información para orientar mejor sus productos, sugiere el estudio.
-Lucas Mearian, Computerworld