Linux es increíble. Es un sistema operativo poderoso, capaz y flexible con un gran potencial. Pero, nunca va a ser un factor en el escritorio, así que no pierda su tiempo en siquiera considerarlo.
En lo que se refiere a los servidores, Linux ha ganado terreno. Un reporte de IDC de 2010 afirma que Linux representó más de 20 por ciento del mercado de servidores. Los reportes recientes aseguran que tan sólo Amazon está usando casi medio millón de servidores Linux en los centros de datos alrededor del mundo para potenciar sus servicios de nube; un indicador fuerte de su presencia.
Eso es excelente, pero en el lado del escritorio es otra historia. En comparación con Windows, incluso Mac OS X tiene una participación de mercado trivial, pero es suficiente para ponerlo en el radar, y ha estado creciendo en los años recientes. Por otro lado, Linux nunca ha tenido realmente una participación importante, si acaso apenas un uno por ciento del mercado de sistemas operativos de escritorio.
Lo que aprendí del experimento “30 Días con Ubuntu Linux” es que Linux puede, de hecho, ser un sistema operativo de escritorio. Pero, durante ese mes sentí que estaba nadando contracorriente. Usar Linux como un remplazo de Windows requiere mucho esfuerzo y no vale tanto la pena, y al final me dejó con un sustituto pobre que carece de las herramientas de las que dependo como Microsoft Office, o la sincronización nativa para mi iPhone y mi iPad.
Pero Linux no tiene toda la culpa. Microsoft y Apple podrían redoblar esfuerzos y hacer productos disponibles y eso resolvería el problema hasta cierto punto. Pero no lo han hecho, y no lo harán porque Linux no va a ser un jugador lo suficientemente grande en el mercado de escritorios.
Linux es un excelente sistema operativo para servidores. Si usted está remplazando o agregando servidores a su compañía, le sugiero ampliamente considerar a Linux así como los beneficios de los servidores Linux. Pero, si usted va actualizar o remplazar su sistema operativo de escritorio, quédese con Windows y Mac OS X.
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Sé que hay un ejército de partidarios de Linux que no dudarán en lanzar ataques y reclamos por lo que aquí se dice. Me dirán que Windows es un fastidio, y que Apple es malvado, y harán declaraciones exaltadas sobre lo maravilloso que son sus vidas desde que hicieron el cambio, y que nunca darán marcha atrás.
Déjenme decir de antemano, “Excelente. Bien por ustedes”. No cambia el hecho de que son parte de un segmento de mercado pequeño. No cambia la realidad de que Linux no es tan intuitivo o tan amigable como sus rivales, o que carece del soporte necesario, o que usarlo requiere una curva de aprendizaje y la dedicación para sumergirse en foros y aprender a hacerle ajustes. Es excelente para los aficionados y los hackers, pero no para un usuario promedio en una compañía.
El sueño de que Linux se vuelva relevante en el mercado de escritorios nunca se hará realidad. El mercado de sistemas operativos de escritorio es una carrera entre Windows y Mac OS X.
Además, vivimos en la era posterior a la PC donde incluso Windows y Mac OS X están siendo remplazados por plataformas móviles como iOS y Android. Android es una variante de Linux para los fanáticos del pingüino que reclaman eso como un premio de consolidación por la falta de éxito en el escritorio.