Acabaron las campañas y las agendas mediáticas regresan a sus temas habituales. En el caso de las empresas, el tema que sigue resonando en 2024 es la responsabilidad social, sobre todo ante problemáticas como la emergencia climática.
Por eso, Siigo Aspel presenta un ranking de las prácticas socialmente responsables que en la actualidad están revolucionando el mercado en prácticamente todos los ramos. ¿Tu empresa practica una de ellas?
Número 5: responsables en cadenas de suministros
Los estándares para la responsabilidad social han estado cada vez más asociados a las cadenas de suministros, ya que con estas se puede contribuir a reducir la huella de carbono y promover buenas prácticas laborales. Por ejemplo, hay empresas que cada vez enfocan más sus esfuerzos a no formar parte de cadenas con prácticas laborales injustas, como trabajo infantil. También se promueve utilizar transportes ecológicos para no generar contaminación innecesaria y, en la era de la e-commerce, se impulsa la reducción de viajes que producen CO2 a través de la simplificación de cadenas de intermediarios.
Número 4: la reutilización y el reciclaje
Para 2022, Corea del Sur (según números de Statista) encabezó el reciclaje a nivel mundial al reutilizar cerca del 60% sus desechos, lo que puede interpretarse como un esfuerzo gubernamental y empresarial para mejorar las condiciones de consumo respecto a los contaminantes.
Estos números hablan de la importancia que debe tener para las empresas mexicanas el reciclaje como símbolo de una economía fuerte e innovadora. Además, implica el impulso de la reutilización y la mejora resistencia de los productos para que duren más en las manos del consumidor, lo que a la larga generará menos basura y un mejor campo de inversión enfocado a prácticas sustentables.
Número 3: prácticas fiscales responsables
El equipo de Siigo Aspel, la empresa más importante de software contable en México con programas como COI, SAE y NOI, quiere resaltar la importancia de que las empresas se digitalicen y hagan un esfuerzo para tener una buena participación en la recaudación. Esta práctica socialmente responsable recae, de forma especial, en las empresas emergentes, las cuales tienen que observar la ineludible relación entre su formalización fiscal y un crecimiento a largo plazo. El normalizar su situación frente al SAT no sólo hará que tengan mejores incentivos para su proyección, sino que también contribuirá al crecimiento de la economía nacional.
Número 2: la lucha a favor del agua
Muchas empresas, tanto de alimentos como de servicios o creación de productos, necesitan de agua para su proceso de producción. Ya muchas de esas organizaciones impulsan proyectos para la recaudación de agua, para la reutilización de este recurso y para la concientización sobre el cuidado de las redes hídricas en áreas urbanas de gran tamaño, como la Ciudad de México o Monterrey, Nuevo León. Una parte socialmente responsable de las empresas es construir una línea de producción o manufactura que reduzca al mínimo el desperdicio. Contribuyendo a un bienestar sostenible con este líquido que es vital para la vida y la economía.
Número 1: las energías limpias
En Siigo Aspel reconocemos que uno de los fundamentos de una sociedad más responsable, y por lo tanto de unas empresas comprometidas con el medio ambiente, es la utilización de energía limpia. Esta práctica es fundamental frente al cambio climático y la reducción de la quema de combustibles fósiles. Las principales empresas tecnológicas han señalado que el avance y la innovación no están peleados con las prácticas ecológicas y sustentables. En ese contexto, el acudir a las baterías recargables, las plantas eólicas y la energía solar ha dejado de ser un tabú para encabezar las luchas por reformar la mentalidad del mercado hacia mejores futuros para todas y todos.