Un nuevo estudio encargado por Claranet muestra que la falta de competencias en el sector retail está dificultando a sus departamentos de TI jugar su parte en el desarrollo de la innovación y en ayudar a los negocios a lograr ventajas competitivas. Los resultados del estudio subrayan la necesidad de los minoristas de corregir estas deficiencias mejorando las cualificaciones de sus equipos de TI y externalizando áreas de sus parques de TI para poder dedicarse a objetivos centrales.
La investigación, llevada a cabo por Vanson Bourne y que ha contado con la participación de 121 minoristas a lo largo de Europa, pone al descubierto que, a pesar de que los departamentos de TI claramente reconocen su rol central dando soporte a objetivos globales de la empresa e impulsando el cambio organizativo, la falta de competencias está limitando su potencial. El 36% de los participantes, por ejemplo, considera que potenciar la agilidad del negocio es un objetivo clave para el departamento de TI y otro 30% identifica como prioridad principal asistir a la empresa en la generación de ingresos.
No obstante, el estudio muestra que la falta de competencias incapacita a una significante parte de las empresas del sector. El 25% manifiesta que éste ha sido el mayor reto al que se ha enfrentado el departamento de TI; el 30% declara que fue la principal barrera a la hora de aplicar cambios tecnológicos que afectaban al conjunto de la empresa; y casi la mitad (48%) menciona una falta general de competencias digitales a lo largo de toda la empresa.
Los líderes TI del retail se enfrentan a un amplio rango de retos, desde la falta de apoyo ejecutivo hasta limitaciones presupuestarias. Pero, según Robert, la falta de competencias, tanto en el departamento de TI como en el conjunto de la empresa, es el más devastador. “Las competencias y la dotación de personal son esenciales si el departamento de TI quiere dejar su imagen de centro de costes y llevar el negocio hacia adelante”, añade. Para Robert, el incremento de competencias técnicas y digitales (a menudo de nicho) obliga a los CIOs del sector a pensar cuidadosamente qué competencias son las que necesitan impulsar internamente y a cuáles deben acceder a través de terceras partes.
Redacción