Qualcomm acaba de presentar nuevos sistemas para Internet de las Cosas, un anuncio que sigue al protagonizado por Samsung hace unos días cuando anunció sus módulos de hardware y software para jugar en este campo.
Ambas firmas aseguran disponer de la experiencia necesaria para aportar valor a este este mercado y, al igual que Intel y otros proveedores, cada uno está utilizando su abanico de tecnología para entrar a competir en Internet de las Cosas (IoT).
Según el presidente de Qualcomm, Derek Aberle, la oportunidad es grande, ya que se espera que haya 5.000 millones de dispositivos conectados (no smartphones) en 2018. Y para conectar esos miles de millones de dispositivos nuevos, “se necesita una amplia gama de tecnologías”, subrayó Aberle en un evento de la compañía que ha tenido lugar en San Francisco. Entre ellas, piezas de conectividad, informática e interoperabilidad.
Además, el directivo consideró que muchas de estas tecnologías pueden aprovechar las inversiones que “nosotros hemos realizado en la plataforma de smartphones”, y citó por ejemplo similitudes en cuanto a tamaño y consumo de energía. Pero Internet de las Cosas se extiende a áreas como los automóviles o los pequeños sensores, pero también a enormes sistemas, como turbinas de viento, por lo que resulta evidente la necesidad de escalar la tecnología tanto hacia arriba como hacia abajo.
La compañía ya ha ingresado 1.000 millones de dólares de chips para dispositivos IoT en su último año fiscal, en parte porque ha logrado una fuerte posición en el área de automóviles donde ha suministrado módems para 20 millones de coches.
La compañía acaba de anunciar la ampliación de su línea de dispositivos para conexiones Wi-Fi. QCA401x, que es su última plataforma de chips de baja potencia que utilizan los sistemas operativos en tiempo real, podría manejar sensores de seguridad para el hogar o electrodomésticos, lavadoras y secadoras, equipadas con pequeñas pantallas e interfaces de control simples.
Este nuevo producto tiene un microcontrolador integrado con una memoria en chip de 800KB que los desarrolladores pueden utilizar para aplicaciones, y cuenta con más interfaces para conectar con los sensores y las pantallas. Según la propia Qualcomm, reduce el tamaño, costo y complejidad de versiones anteriores, y ya se están enviando las primeras muestras a los fabricantes.
La compañía, a través de Qualcomm Atheros, también ha presentado una solución preconfigurada, llamada QCA4531, para dispositivos Wi-Fi que ejecutan Linux, equipada con más recursos de computación y características más avanzadas que otras soluciones anteriores, para actuar de puente entre 16 dispositivos de hogar y un servicio basado en la nube. Está lista ya para suministrarse en volumen.
Ambos productos pueden funcionar con el framework de software AllJoy para garantizar la interoperabilidad. Este framework fue desarrollado por la compañía y luego lo transfirió a la AllSeen Alliance.