En la actualidad es común que los padres compartan fotos o videos de sus hijos en redes sociales. Aunque estas publicaciones pueden parecer inofensivas, el sharenting en este contexto puede hacer que información personal de los niños llegue a manos de personas malintencionadas que utilicen esos contenidos para fines maliciosos, los cuales pueden representar incluso algún delito grave.
Ante esto, expertos de Norton advirtieron sobre los riesgos e impactos de compartir estos contenidos sin ninguna medida de precaución, y enumeran algunos consejos para que los padres mantengan la privacidad y los datos de sus hijos a salvo en el entorno digital.
¿Qué es el sharenting?
Sharenting es cuando los padres comparten fotos, videos e historias sobre sus hijos en Internet. Aunque muchos padres creen que es una forma inocente de documentar la vida de su familia, compartir demasiado puede exponer a los niños a riesgos innecesarios.
En un mundo cada vez más conectado, el sharenting se ha convertido en una práctica habitual entre los padres que quieren compartir momentos memorables e incluso las rutinas diarias de sus hijos. Sin embargo, es crucial que los padres, como tutores, sean conscientes de las implicaciones de esta exposición.
“Publicar actualizaciones diarias en Instagram sobre las actividades escolares de su hijo, su ubicación y detalles específicos sobre sus profesores y compañeros de clase, por ejemplo, puede conllevar riesgos significativos”, dijo Iskander Sánchez-Rola, director de Innovación de Norton. “Compartir hitos importantes en el mundo digital puede parecer inofensivo, pero lo cierto es que puede exponer al público la información sensible de un niño. El sharenting puede parecer poco peligroso, pero es importante saber cuándo limitar lo que se publica y con quién se comparte la información”, dijo.
Cómo afecta a los niños compartir información
Iskander Sánchez-Rola explicó que puede que los padres no se lo piensen dos veces antes de hacer clic en «compartir», pero los niños pueden verse afectados de formas de las que tal vez no se den cuenta, ya que compartir en exceso puede conducir a:
Explotación: publicar mucha información confidencial o contenido sensible sobre los niños puede abrir la puerta a los depredadores.
Repercusiones psicológicas: los niños cuyas vidas están excesivamente documentadas en Internet pueden sentir una falta de control sobre su propia identidad a medida que crecen. También pueden sentirse avergonzados por ciertos contenidos compartidos durante sus años de formación.
Peligro físico: los padres que comparten la ubicación o los horarios de sus hijos pueden hacerlos vulnerables a peligros del mundo real.
Robo de identidad: compartir datos personales, como fechas de nacimiento y direcciones de correo electrónico, puede poner a su hijo en riesgo de robo de identidad.
“Como padres, la intención de compartir fotos adorables de sus hijos en las redes sociales puede ser para celebrar momentos especiales y conectar con amigos y familiares. Sin embargo, es vital reconocer los peligros asociados a esta práctica. La configuración de privacidad de las redes sociales suele ser compleja, por lo que es posible que los padres no la entiendan del todo. Esto puede dar lugar a una exposición mayor de la prevista”, afirmó Iskander Sánchez-Rola.
Agregó: “existe un riesgo real de que se haga un mal uso de las imágenes, que a veces se publican en sitios web no deseados o acaban en manos de personas malintencionadas. Publicar imágenes o videos puede convertir a los niños en objetivo de depredadores que pueden hacer un uso indebido de estas fotos. Por estas razones, es crucial limitar quién tiene acceso a las publicaciones privadas. Los padres pueden compartir momentos felices en Internet, pero siempre deben actuar con cautela al hacerlo”.
Consejos para mantener a salvo a su hijo en Internet
Para los padres que quieran seguir compartiendo pero quieran dar prioridad a la seguridad digital de sus hijos, los expertos de Norton aconsejaron tener en cuenta estos consejos:
Ajuste su configuración de privacidad: asegúrese de que sus perfiles en las redes sociales están configurados como privados y de que sólo sus amigos y familiares de confianza pueden ver sus publicaciones.
Piense en su público: antes de compartir, piense en quién podría ver el contenido. Evite publicar detalles personales, como el nombre del colegio de su hijo o sus rutinas.
Nunca comparta su ubicación: tenga cuidado al etiquetar ubicaciones en las publicaciones o al geoetiquetar fotos.
Informe a amigos y familiares: establezca límites con sus allegados haciéndoles saber sus preferencias a la hora de compartir fotos de su hijo.
Compártalas sólo en sitios seguros: asegúrese de que las plataformas que utiliza dan prioridad a la privacidad y la seguridad digitales. Busque redes sociales de confianza con controles de privacidad estrictos.
Utilice software de seguridad: considere la posibilidad de invertir en servicios antirrobo de identidad para sus hijos.
“Tomar precauciones al compartir momentos familiares en las redes sociales es esencial para garantizar la privacidad y la seguridad en línea de los niños. Cuando decidan publicar algo sobre sus hijos, es importante que los padres reflexionen: Esta reflexión puede ayudar a comprender el impacto a largo plazo de lo que se comparte y a quién puede llegar esta información. Por lo tanto, a la hora de compartir momentos especiales, es esencial que los padres tengan siempre en cuenta la ciberseguridad de sus hijos”, concluyó Iskander Sánchez-Rola.