A partir de la llegada de la 5G, las comunicaciones celulares ya no serán utilizadas apenas para servicios de voz y banda ancha móvil para teléfonos, tabletas y computadoras. La nueva generación de tecnologías móviles dará paso a un amplio rango de casos de uso que, apoyado en las características y funcionalidades avanzadas de 5G, prometen revolucionar todos los ámbitos de la economía y la vida humana.
Uno de los tres grupos de casos de uso de la 5G es URLLC (Ultra Reliable Low Latency Communications, o Comunicaciones Ultra Confiables de Baja Latencia). Bajo esta categoría se encuentran todas aquellas aplicaciones de la 5G que poseen altos requerimientos en lo que respecta a la confiabilidad y disponibilidad de las comunicaciones, además de la baja latencia en la transferencia de información, según 5G Americas.
A diferencia de su predecesora —la 4G, que brinda una latencia de 4 milisegundos según las especificaciones del Release 14 del 3GPP—, la 5G promete una latencia de tan sólo 1 milisegundo, según lo definido en el Release 15 para 5G NR (5G Nueva Radio).
Gracias a esta ventaja técnica y su alta confiabilidad, la 5G podrá soportar aplicaciones denominadas de “misión crítica”, que incluyen a aquellas que están relacionadas con servicios de emergencias y de seguridad pública, y que pueden incluso involucrar riesgo de vidas humanas. Aquí se contemplan tanto los servicios de comunicación que emplean fuerzas de seguridad como policías, bomberos y rescatistas, entre otros, como también servicios de telemedicina avanzados como diagnóstico remoto e incluso cirugías a distancia.
Se encuentran en esta categoría las comunicaciones que requieren de baja latencia con el objetivo de asegurar la interacción en tiempo real, ya sea entre humanos, humano máquina o máquina a máquina. Por ejemplo, en el caso del transporte, se puede considerar las aplicaciones de asistencia al conductor, la gestión de tránsito inteligente e incluso la conducción autónoma, es decir, los vehículos no tripulados.