La tecnología nunca había evolucionado tan rápido. En la actualidad, una nueva tecnología puede llegar de la fase de concepto al uso comercial en muy poco tiempo. Hace un año, ChatGPT no existía y la inteligencia artificial era algo lejano. Hoy la IA es una realidad y algo imprescindible. Hace diez años, el 5G estaba en la fase inicial de diseño.
En la actualidad, lidera una revolución global de la comunicación. Hace cinco años, la computación cuántica estaba aún en sus etapas experimentales. Ahora está revolucionando el espacio comercial con velocidades de procesamiento tan avanzadas que el 65 % de los líderes empresariales y los responsables de la toma de decisiones en tecnología creen que será importante para sus organizaciones. Todas estas tecnologías de rápido desarrollo están cambiando cómo trabajamos y cómo vivimos.
¿Cuál es el próximo avance disruptivo para el que las empresas deben prepararse?
¿Qué impacto tienen el 5G y la computación cuántica en las empresas?
El Big Data ya está dando mucho de qué hablar, con implementaciones que van desde el perfeccionamiento de las campañas publicitarias personalizadas hasta el mantenimiento predictivo de activos de fabricación. El desarrollo de tecnologías complementarias, como el 5G y la computación cuántica, incrementa aún más su potencial. Desde ya, el sistema estándar comienza con la identificación de los casos de uso, los datos necesarios y los datos disponibles y, a continuación, la definición de los algoritmos de ‘deep learning’ o aprendizaje profundo que se necesitarán.
En la próxima generación del procesamiento de datos, estos se recogerán de fuentes como sensores, entre otras, en todos los departamentos. La gestión del proceso de fabricación, por ejemplo, constituye un desafío cada vez mayor para las empresas, ya que en toda cadena de valor influyen múltiples factores en ocasiones imprevisibles. Al recopilar datos de extremo a extremo a través de los sensores instalados y de terceros, se puede disponer de una imagen clara y precisa en tiempo real, lo que facilita la agilidad y la adaptabilidad en tiempos de incertidumbre.
Aun así, para que esos datos sean fiables, deben estar tratados, un proceso que implica limpiarlos, verificar su consistencia, organizarlos en conjuntos coherentes y luego comprobar que entre esos conjuntos haya también congruencia. Todo este procesamiento se puede llevar a cabo en tiempo real gracias a la tecnología emergente del 5G, que elimina la barrera del ancho de banda limitado que existía anteriormente.
Con los datos capturados y procesados, se produce el aprendizaje profundo, que debe tener un objetivo claro para ser realmente efectivo: ¿qué quieres aprender de los datos? Si ese fin no está bien perfilado, será más difícil extraer conocimientos valiosos. En el pasado, debido a las limitaciones de potencia de los ordenadores, esto suponía un desafío, pero ese obstáculo ha sido superado gracias a la computación cuántica, que otorga capacidad de procesamiento en tiempo real, marcando el comienzo de una nueva era de algoritmos avanzados y mejoras tangibles.
Por último, todo esto permitirá la implementación en tiempo real de casos de uso dirigidos directamente al impacto en el mercado, yendo más allá de la generación de informes y de la excelencia operativa. Este nuevo ecosistema será posible gracias a los incrementos en potencia que proporciona la computación cuántica y al mayor ancho de banda que otorga la implementación del 5G.
Por qué invertir en 5G y computación cuántica
La mayor capacidad y velocidad que crean la computación cuántica y el 5G generarán una ventaja competitiva para los primeros usuarios. Son tecnologías que ya están transformando cómo operan las industrias y cuya adopción es indispensable para no quedarse atrás.
Costos reducidos
A medida que esta nueva generación de procesamiento de datos vaya produciendo información más valiosa con mayor rapidez, es más probable que las empresas identifiquen tanto nuevas oportunidades que pueden aprovechar como problemas que podrán evitar. Los activos esenciales se mantendrán mejor y, por lo tanto, durarán más. Los problemas actuales de la cadena de valor, con demasiadas variables, se optimizarán para obtener una producción aún mejor a un coste mínimo. También se pueden predecir cambios futuros, lo que permite a las empresas cambiar de ruta con anticipación.
Eficiencia mejorada
La recopilación, procesamiento e interpretación de datos era hasta ahora una tarea larga y laboriosa. El 5G y la computación cuántica agilizarán el procesamiento al eliminar barreras como la falta de colaboración, que provoca obstrucciones en el flujo de datos. El nivel de eficiencia de la computación cuántica se debe en parte a su velocidad: las computadoras cuánticas son 158 millones de veces más rápidas que las supercomputadoras más avanzadas. Gracias a esto, las empresas pueden ser más rápidas en sus respuestas al contar con información en tiempo real para la toma de decisiones, incluso de forma diaria. Así, los recursos no se desperdician en iniciativas que están desactualizadas y que ya no son relevantes en el momento en que se resuelven.
Sostenibilidad
Cuanto más eficientemente se gestiona una empresa, más sostenible puede ser. Se optimizan la energía y los recursos y se pueden explorar nuevas formas de trabajar a través de algoritmos avanzados y datos detallados, que es donde radica el verdadero desafío de la computación cuántica en la actualidad. Como el 5G y la computación cuántica son algo reciente, su impacto ambiental ya ha sido tenido en cuenta durante la fase de desarrollo. De hecho, una transición más rápida al 5G podría ahorrar 500 millones de toneladas de CO2 para 2030.
Un gran ejemplo de cómo las empresas pueden beneficiarse de los desarrollos en 5G y computación cuántica es Tesla, una empresa conocida por ser una de las primeras en adoptar nuevas ideas y trabajar en el desarrollo de tecnologías futuras. En sus operaciones, aunque todavía se basan principalmente en tecnología tradicional, han integrado la recopilación de datos de automóviles y el aprendizaje automático en todo su ecosistema.
¿Cómo funciona? Los sensores de los automóviles recopilan datos en tiempo real que son enviados a su almacén de datos centralizado. A través del aprendizaje automático, están desarrollando un algoritmo inteligente para mejorar la fiabilidad de los motores autónomos. A medida que se avanza, las actualizaciones son transferidas directamente a los automóviles que ya han sido vendidos y que circulan casi a diario. La computación cuántica facilitará el desarrollo de un algoritmo tan complejo y el 5G proporciona el ancho de banda para procesar tantos datos con rapidez.
El futuro ya está aquí y avanza a una velocidad para la que la mayoría de las empresas no están preparadas. Quienes estén en sintonía con el cambio reconocerán el impacto del 5G y la computación cuántica y, por lo tanto, la necesidad de integrar ambas tecnologías en su estrategia comercial actual.