La adopción de la Inteligencia Artificial (IA) es un cambio generacional que está afectando a casi todos los ámbitos de la vida empresarial y cotidiana. Y también se ha convertido en un que demanda la atención de los responsables de áreas Tecnologías de la Información (TI) en las organizaciones. De hecho, un 97% de las organizaciones han acelerado sus estragias en IA y tecnologías relacionadas en los últimos 6 meses. La presión de esto proviene de las áreas internas (CEO y el buró directivo, inversionistas, shareholders, etc.). Así lo señala el primer Índice de Preparación para la IA de Cisco, conocido y difundido como IA Readiness Index. 

En el marco de la celebración oficial por los 30 años de Cisco en México, realizado este miércoles, Ramón Viñals, Director de Ingeniería de Sistemas en Cisco Latinoamérica, presentó el índice en conferencia de prensa, para el cual se efectuó una encuesta doble ciego a 8,161 líderes empresariales y de Tecnologías de la Información del sector privado en 30 mercados, entre ellos México. El estudio lo realizó un tercero independiente que entrevistó a representantes de empresas con 500 o más empleados y se evaluó su preparación para la IA en seis pilares clave: estrategia, infraestructura, datos, talento, gobernanza y cultura.

Viñals señaló que el 44% de los entrevistados afirmaron que es muy significativo el tema de inteligencia artificial. Las 3 áreas de mayor impacto son infraestructura TI (84%), ciberseguridad (83%), experiencia del cliente (75%).

Junto a la cruda constatación de que, en general, sólo el 14% de las empresas son Pacesetters (totalmente preparadas), cifra un poco más arriba en México (15%) la investigación reveló que más de la mitad (52%) de las empresas de todo el mundo se consideran Laggards (no preparadas) o Followers (preparación limitada) en un 48%. Algunas de las conclusiones más significativas son: En México el 1% se considera Laggards y 46% follower, es decir un total de 47%.

El directivo de Cisco resaltó que el 61% de los encuestados globales (62% en México) cree que tiene un máximo de un año para implementar una estrategia de IA antes de que su organización empiece a incurrir en un impacto empresarial negativo significativo.

Principales hallazgos

Entre los principales hallazgos citados por Viñals respecto a los seis pilares del estudio, figuran los siguientes:

• ESTRATEGIA: El primer paso es la estrategia, y las organizaciones van por buen camino. El 73% de las compañías globales (75% en México) se clasificaron como Paceseetters  o Chasers (moderadamente preparados) , y sólo el 4% como Laggards (cifra que baja a 2% en México). Además, el 95% de las organizaciones (96% en México) ya cuentan con una estrategia de IA bien definida o están en proceso de desarrollarla, lo cual es una señal positiva, pero muestra que aún queda mucho por hacer.
• INFRAESTRUCTURA: Las redes no están equipadas para gestionar las cargas de trabajo de la IA. El 95 % de las empresas son conscientes de que la IA aumentará las cargas de trabajo de las infraestructuras, pero en México sólo 34% de las organizaciones consideran su infraestructura altamente escalable. La mitad (50%) tienen una escalabilidad moderada o limitada cuando se refiere a enfrentar los nuevos retos de la IA en sus infraestructuras actuales. Para dar cabida a las crecientes demandas de potencia y computación de la IA, dos tercios (85%) de las empresas necesitarán más unidades de procesamiento gráfico (GPU) en los centros de datos para soportar las cargas de trabajo de IA actuales y futuras.
• DATOS: Las organizaciones no deben descuidar la importancia de tener datos “listos para la IA”. Aunque los datos constituyen la columna vertebral de las operaciones de IA, es el área en la que la preparación es más débil, con el mayor número de rezagados (17%) –cifra que en México representa el 13%–  en comparación con otros pilares. En México el  79% de los encuestados afirman que en su organización existe cierto grado de fragmentación de los datos. Esto plantea un reto complejo, ya que la complicación de integrar los datos que residen en diversas fuentes y ponerlos a disposición de las implicaciones de la IA puede afectar a la capacidad de aprovechar todo el potencial de estas aplicaciones.
• TALENTO: Existe una diferencia significativa en las expectativas de liderazgo y empleados con respecto a la IA. Los consejos de administración y los equipos de liderazgo son los más propensos a adoptar los cambios provocados por la IA, ya que en México el 82% y 83%  respectivamente de ambos grupos muestran una receptividad alta o moderada. Sin embargo, queda mucho trabajo por hacer para involucrar a los mandos intermedios, donde el 20% en el país tiene una receptividad limitada o nula a la IA y entre los empleados, donde cerca de un tercio (35%) de las organizaciones informan que los empleados están limitados en su disposición a adoptar la IA o se resisten rotundamente. La necesidad de habilidades de IA revela una brecha digital de la nueva era. Mientras que el 90% (92% en México) de los encuestados dijo que ha invertido en mejorar las habilidades existentes de los empleados, el 29% (18% en México) expresó dudas sobre la disponibilidad de talento suficientemente calificado.
• GOBERNANZA: El lento comienzo de la adopción de políticas de IA. Sólo el 33% de los  encuestados afirma que cuenta con políticas de IA muy completas, un área que debe abordarse a medida que las empresas consideran y gobiernan todos los factores que presentan un riesgo de erosión de la confianza. Estos factores incluyen la privacidad y la soberanía de los datos, así como la comprensión y el cumplimiento de la normativa mundial. Además, debe prestarse especial atención al concepto de sesgo (desviación), imparcialidad y transparencia tanto en los datos como en los algoritmos.
• CULTURA: Poca preparación, pero gran motivación para dar prioridad. Este pilar tiene el menor número de Pacesetters (8%) en comparación con otras categorías, debido a que en México, por ejemplo, el 12 % de las empresas aún no ha establecido planes de gestión del cambio y, de las que sí lo han hecho, el 75 % aún está en proceso. Los directivos de la C-Suite son los más receptivos a adoptar cambios internos de IA y deben tomar la iniciativa en el desarrollo de planes integrales y comunicarlos claramente a los mandos intermedios y empleados, que tienen tasas de aceptación relativamente más bajas. La buena noticia es que la motivación es alta. Casi ocho de cada 10 en México (80%) afirman que su organización está adoptando la IA con un nivel de urgencia de moderado a alto. Sólo el 2% afirma que se resiste al cambio, concluyó Viñals.