El mercado biométrico está valorado en 14,330 millones y para 2024 se prevé que habrá un aumento del 1,000% en el uso de la biometría para pagos móviles. La tecnología biométrica se está convirtiendo en parte de nuestra vida diaria.
Una de las principales razones para la adopción de alternativas biométricas es el mayor nivel de protección que ofrecen en comparación con las soluciones de seguridad anteriores.
Y con razón. En la economía en línea, donde la actividad ocurre de forma remota, la autenticación e identificación confiables pueden ser difíciles de lograr.
Un correo electrónico no es una prueba de identidad segura, y las personas olvidan las contraseñas y los PIN que se vuelven no sólo poco prácticos (debido a la gran cantidad que debemos recordar), sino también inseguros. Una de las mayores amenazas para la seguridad de las contraseñas es lo fácil que son las contraseñas, ya sea mediante ingeniería social o software que prueba millones de combinaciones cada segundo.
Mantenerse seguro con biometría
La tecnología biométrica aborda muchos de los problemas planteados por las contraseñas. Es mucho más difícil robar datos biométricos, y aún más difícil de usar. Por ejemplo, la detección de vida verifica el parpadeo y el movimiento de la cara, lo que significa que incluso los hackers más decididos, que usan máscaras 3D o sostienen el teléfono de un usuario frente a la cara mientras la persona está inconsciente o dormida, no tendrán éxito.
Los avances en la tecnología de huellas digitales significan que los escáneres de huellas digitales ahora pueden detectar el pulso de un usuario y, por lo tanto, denegar el acceso a cualquiera que pueda estar usando una huella digital protésica. Una compañía incluso ha creado un anillo conceptual para proteger sus datos biométricos, por lo que tiene una ‘copia’ que puede usarse para bloquear sus dispositivos si son pirateados o robados.
Cuando el riesgo es alto, la biometría también se usa cada vez más en los sistemas de seguridad de autenticación de múltiples factores (donde se usa más de un método para identificar a un usuario).
Para verificar la identidad de un usuario, su huella digital o escaneo facial se acompaña de un PIN o contraseña de un solo uso, agregando una capa adicional de protección.
Almacenamiento seguro
La tecnología biométrica proporciona un mayor nivel de protección, pero asegurarse de que los datos de un individuo permanezcan seguros es un desafío diferente.
Si se almacena una gran cantidad de datos biométricos en una única base de datos centralizada, que luego se piratea, los datos pertenecientes a todas esas personas están en riesgo. Pero si los datos de un individuo se almacenan localmente, obtenerlos requiere mucho más esfuerzo y, por lo tanto, es menos probable que sea un objetivo. Esto es algo que la tecnología biométrica puede ofrecer, con los datos de muchos usuarios almacenados en piezas específicas de hardware y, en un número creciente de casos, en un chip seguro dentro de los teléfonos inteligentes de los usuarios.
Y, en marcado contraste con el panorama regulatorio de hace cinco años, entran en vigencia más reglas que protegen los datos de las personas, en términos de cómo se obtienen y almacenan. Entonces, con los gustos de GDPR en Europa y muchas otras regulaciones en todo el mundo, las personas pueden confiar en que con la tecnología biométrica, sus datos permanecen seguros.
Artículo del newsletter /review, de Gemalto.