En la actualidad, solo una tercera parte de los directores de empresas tienen confianza de que sus negocios sobrevivirán en el largo plazo. De ahí que la Resiliencia Organizacional juegue un papel importante, pero qué significa este concepto.

De acuerdo con Eduardo Muñoz, presidente para BSI Group, la Resiliencia Organizacional es la habilidad que tiene una organización para anticipar, prepararse para, responder y adaptarse a un cambio progresivo y a las disrupciones repentinas con el fin de sobrevivir y prosperar.

El directivo dijo que el 75% de las organizaciones van a ser reemplazadas para 2027, además de que no hay mucho trabajo en el horizonte competitivo, lo cual significa ver a futuro y que permita detectar retos, riesgos, peligros y oportunidades; esto afecta a grandes y pequeñas empresas. Entonces, el reto es: qué hacer para desafiar esa mortalidad corporativa y ayudarlos  a pasar la prueba del tiempo.

Ante esta situación BSI decidió realizar un estudio en conjunto con EIU Survey y cuestionaron a más de 400 ejecutivos del más alto nivel sobre qué tan importante es la resiliencia organizacional para ellos.  El 88% aseguró que sí piensan que la resiliencia es una prioridad, el 80% destacó que es esencial para el crecimiento a largo plazo, mientras que el 61%  aseguró que representa una ventaja competitiva, solo el 29% señaló que sus prácticas que tienen hoy están orientadas a la resiliencia, y el 44% espera tener resiliencia en los próximos tres años.

En cuanto a quién debe llevar el mando de la Resiliencia Organizacional, Eduardo Muñoz respondió que es el CEO, sin embargo toda la organización debe estar integrada, pero si el líder no está involucrado -no enterado-,  no se va a lograr.

Diversos pensamientos

A fin de entender la evolución de la resiliencia, BSI encomendó a la Escuela de Negocios de Cranfield la evaluación  del pensamiento administrativo de casi medio siglo de antigüedad, desde 1970 a la fecha, para determinar cómo las organizaciones pueden volverse más resilientes. Se revisaron más de 600 artículos académicos, de los cuales 181 se consideraron para un análisis más profundo, junto con una serie de libros e informes adicionales.

Este informe combina las conclusiones de Cranfield sobre este importante conjunto de conocimiento académico y experiencia gerencial que incluye conocimientos prácticos de organizaciones alrededor del mundo que muestran tener buenas prácticas en Resiliencia Organizacional. También describe cómo ha evolucionado el pensamiento acerca de la Resiliencia Organizacional a través del tiempo y cómo se ha dividido en dos factores principales: el defensivo (evitar que pasen cosas malas) y el progresivo (hacer que pasen cosas buenas); así como también ha habido una división entre los enfoques que buscan la consistencia y aquellos que se basan en la flexibilidad.

Además, informó Eduardo Muñoz que Cranfield identificó cuatro tipos de pensamiento en cuanto a la Resiliencia Organizacional:

• Preventative control. La Resiliencia Organizacional se logra a través de una sólida gestión de riesgos, barreras físicas, respaldos de sistemas, protecciones y estándares, que protegen a la organización de amenazas y le permiten “recuperarse” de las disrupciones para volver a un estado estable. En esencia, Preventative control es una estrategia defensiva que se basa en la consistencia.

• Mindful action. La Resiliencia Organizacional es creada por personas que usan su experiencia, su preparación y el trabajo en equipo para anticiparse y adaptarse a las amenazas y así poder responder de manera efectiva ante situaciones desconocidas o desafiantes. Mindful action también es una estrategia defensiva, pero basada en la flexibilidad.

• Performance optimizatio. La Resiliencia Organizacional se forma por la optimización de procesos, la mejora continua, la redefinición y extensión de las competencias existentes, y la explotación de las tecnologías modernas, con el fin de servir a los clientes actuales y a los mercados de manera más eficiente y efectiva. Fundamentalmente, Performance optimization es un método progresivo que se basa en la consistencia.

• Adaptive innovation. La Resiliencia Organizacional se genera mediante la innovación, la exploración de mercados desconocidos y la adopción de nuevas tecnologías. De esta manera, los negocios que piensan en su futuro pueden convertirse en un ejemplo de disrupción en su propio ambiente. Adaptive innovation es progresiva, basada en la flexibilidad.

Cinco etapas

Cranfield identifica diferentes etapas de la Resiliencia Organizacional que han surgido a través del tiempo conforme han madurado los enfoques hacia esta. Se comenzó con preventative control y han progresado a través de mindful action, performance optimization y adaptive innovation. Es importante resaltar que la última y más reciente etapa es paradoxical thinking.

En Paradoxical Thinking  la Resiliencia Organizacional requiere de directivos que sean líderes y que logren un equilibrio adecuado entre los objetivos, que pueden ser algunas veces conflictivos, y los requerimientos de preventative control, mindful action, performance optimization y adaptive innovation. Paradoxical thinking ayuda a los líderes a cambiar de resultados “cualquiera/o” a resultados “ambos/y”: ambos defensivos y progresivos; ambos consistentes y flexibles.

El informe indica que si se desatiende, preventative control, mindful action, performance optimization y adaptive innovation se mermarán con el tiempo y esto puede resultar en que las organizaciones caminen a tientas hacia el desastre o la irrelevancia.

Preventative control puede verse disminuido debido a problemas latentes, como pueden ser un mantenimiento defectuoso, una mala capacitación, o cuando la práctica local reemplaza al procedimiento escrito.

Mindful action puede debilitarse cuando las organizaciones dejan de invertir en la capacitación de su personal para mantener estándares y estimular el crecimiento. Así como las estructuras y las prácticas se debilitan, el personal se vuelve distraído e indeciso. Performance optimization puede desgastarse cuando las organizaciones tienen un largo período de éxito y se vuelven complacientes, descartando la posibilidad de fracasar en el futuro.

Adaptive innovation puede inhibirse cuando la organización siente la amenaza inminente de una crisis. Las organizaciones tienden a controlar sus gastos y recursos y a centrarse en aquello que hacen bien (p.ej. su producto o servicio principal), pero a costa de perder su habilidad de adoptar mejores alternativas.

Por ello, BSI pone a disposición  de todas las empresas mexicanas y de América Latina, el Primer Índice de Resiliencia Organizacional que tiene como objetivo brindar a los líderes actuales un punto de referencia (benchmark) que los ayude a evaluar la aptitud de sus organizaciones a través de 16 elementos básicos, los cuales han sido categorizados en cuatro áreas: liderazgo, gente, proceso y producto.