Las razones para emprender son tantas como el número de personas que año con año deciden tomar este camino para generar un impacto en su vida y en la de los demás. Sin embargo, podemos identificar dos grandes grupos de personas que inician un negocio: por necesidad y oportunidad.
Si bien cada uno responde a un contexto particular, momento de vida y expectativas, ambos han demostrado ser catalizadores de cambios, sobre todo a nivel económico de la comunidad en la que se desenvuelven.
Ahora bien, ¿qué características tienen ambos perfiles de emprendedores? Con base en la experiencia de Jeff, compañía internacional de franquicias, compartió los pros y contras de cada perfil y brindó algunos consejos para saber qué tipo de franquicia les puede funcionar mejor.
Emprendedor por necesidad: se caracteriza por encontrarse en búsqueda activa de un empleo o estar desempleado, pero al no encontrarlo, inicia un negocio para trabajar y obtener ingresos.
Pros:
- Enfoque 100% en el negocio y mentalidad práctica para hacerlo crecer en el corto plazo.
- Posibilidad de aprender habilidades sobre operaciones comerciales.
- Está motivado e involucrado en cada aspecto del negocio porque de ello dependen totalmente sus ingresos.
Contras:
- Falta de visión estratégica y los riesgos que asume podrían estar sesgados por la necesidad de obtener ingresos a corto plazo.
- Al ser “persona orquesta” está más enfocado en la operación diaria, dejando de lado la planeación de mediano y largo plazo.
Su talón de Aquiles: no tomar riesgos y permanecer en su zona de confort por miedo a perder lo obtenido.
Emprendedor de oportunidad: suele ser una persona que no busca activamente un trabajo, pudiendo ser asalariada enfocada en diversificar sus ingresos o un estudiante matriculado o bien es un emprendedor serial (ya tiene un negocio, pero busca crear otro); lo que le mueve es aprovechar una oportunidad de negocio para autorrealizarse o diversificar sus fuentes de ingresos.
Pros:
- Tiene los conocimientos y las habilidades necesarias para echar a andar un negocio, ya sea por formación o experiencias previas.
- Asume riesgos de forma calculada y está habituado a cierto grado de incertidumbre.
- Combina la operación diaria con actividades estratégicas.
Contras:
· Al no ser su fuente primaria de ingresos, puede no estar tan involucrado en el día a día de la empresa.
- Sus ganancias pueden estar correlacionadas con la inversión de su propio bolsillo y no con la producción del negocio.
- Pudiera generar demasiadas expectativas con base en sus experiencias previas de negocio.
Su talón de Aquiles:no darse el tiempo necesario para madurar la oportunidad de negocio con base en el análisis de riesgos y variables de mercado.
¿Franquicias como opción para emprender?
Sin importar si un emprendedor lo hace por necesidad u oportunidad, considerar una franquicia como punto de partida es una buena idea. Pero ¿cuál es la ideal según cada perfil?
Para el emprendedor por necesidad, la que mejor se acomoda es la que ofrezca un modelo de Llave en mano, es decir, el franquiciador se encarga de los trámites administrativos, de montar la infraestructura necesaria, capacitarlo en cada proceso, suministrar insumos, y aclarar sus dudas antes y durante la apertura, de forma que desde el día uno, opere en forma, sin necesidad de pasar por una curva de aprendizaje.
Adicional a esto, la recomendación es detectar un modelo de negocio donde independientemente del sector o vertical, tenga la capacidad de valorar su potencial y confía en el know-how y en las operaciones que le brinda la franquicia.
Para los emprendedores de oportunidad, además de un modelo Llave en mano, se recomienda invertir en un nicho “no tradicional” y del cual ya se tenga conocimiento previo, ya que al ser especializado, se requiere de un mejor entendimiento de los consumidores y de los cambios del sector en cuestión.