Las redes de comunicación móvil están en constante evolución, y es probable que pronto sean muy distintas a como las conocemos hoy. Se prevé que en algunos años sean más resilientes y adaptables gracias a la integración de tecnologías como la virtualización, estándares abiertos y la inteligencia.
También podrían impulsar la innovación y el desarrollo de nuevos y más efectivos servicios, además de generar nuevas economías de escala para las empresas de telecomunicaciones.
Tradicionalmente, los operadores de redes móviles han construido y operado redes inalámbricas de alto desempeño utilizando equipo de acceso por radio y de redes altamente especializado que utiliza software propietario, y a través de los cuales ofrecen los servicios celulares que conectan a los teléfonos celulares, tabletas, computadoras y otros dispositivos.
No obstante, los operadores están optando por plataformas abiertas y centradas en software por razones de costos y flexibilidad, principalmente. Específicamente, los operadores se inclinan por abrir y virtualizar sus redes centrales para lograr avances operativos importantes. Y lo están haciendo a través de las redes de acceso por radio (RAN, por sus siglas en inglés).
Al virtualizar y abrir sus RANs y reemplazar interfaces propietarias con interfaces basadas en estándares, los carriers pueden lograr la interoperabilidad de los equipos y las implementaciones de distintos proveedores. De este modo, los costos se reducen y se impulsa la innovación, mientras que al contar con una arquitectura virtual se acelera el lanzamiento de nuevos servicios que ayudan a gestionar mejor sus redes y optimizar su desempeño.
Por ahora, el mercado de RAN abierta es muy joven. Se estima que existen actualmente alrededor de 35 implementaciones de RANs abiertas en el mundo, muchas de ellas en mercados rurales, no urbanizados y emergentes. Aunque en 2021 podrían duplicarse y seguir creciendo gracias a su diseño de red y alineación estratégica con las necesidades de los operadores.
Esto, como consecuencia de los grandes experimentos realizados en pruebas de laboratorio e implementaciones de los últimos años, las cuales están cerrando la brecha de desempeño entre las soluciones de RANs abiertas y las propietarias. De igual forma, estas redes están aprovechando varias tendencias tecnológicas como 5G, la virtualización de la nube, el edge computing, la inteligencia artificial y la automatización.
Ahora bien, existen diversos factores que favorecen la adopción de las RANs abiertas y virtuales. Una de sus propuestas de valor que más llaman la atención de los operadores de redes móviles es su potencial de reducir su costo total de propiedad (TCO). En este sentido, la RAN virtualizada se convierte en un factor fundamental para cambiar las economías de la red. Y es que reducir los costos de capital es vital para la implementación óptima de las redes inalámbricas 5G, por ejemplo.
De igual forma, al añadir funcionalidad de banda base usando una unidad de banda base (BBU) virtualizada para soportar múltiples radios, la RAN abierta reduce los costos del hardware y permite hacer una instalación más pequeña y simple y que hace un uso mucho más eficiente de la energía.
Asimismo, los operadores pueden utilizar software para actualizar las características y funcionalidades de la RAN en la misma infraestructura física para estar a la par de las cambiantes condiciones del mercado, contrario a quitar o reemplazar sistemas físicos completos. La reducción de costos del hardware también puede derivarse de una mayor competencia entre los proveedores de telecom tradicionales, fabricantes de equipo, webscalers y OEMs que buscan entrar a este nicho de mercado.
A su vez, la automatización contribuye a aminorar los gastos operativos. A través de las arquitecturas RAN basadas en software, los operadores elevan sus niveles de flexibilidad operativa, mientras que la optimización inteligente cambia la forma en que se gestionan las redes. Una RAN abierta puede reemplazar mucho del trabajo manual que requiere mantener, actualizar y optimizar redes con procesos de cómputo automatizados y gestionados centralmente.
En conjunto, la reducción de costos tiene un impacto directo en los gastos de capital (CAPEX) y los gastos operativos (OPEX), lo que, en consecuencia, hace que la RAN abierta contribuya a impulsar la innovación. Contrario a tener que reemplazar equipo de red para introducir nuevas características y funciones, los proveedores pueden usar actualizaciones de software para impulsar el cambio, acortando materialmente los ciclos de actualización e innovación. Y lo más importante, los sistemas de RAN abierta les permite aprovechar insights del tráfico que fluye a través de sus redes para desarrollar soluciones que mejoran el desempeño de la red.
Muchos operadores están ansiosos por avanzar con la RAN abierta, y el mercado se está desarrollando rápidamente. Puede tomar algo de tiempo, pero muchos confían en que la industria superará eventualmente los retos técnicos y de ingeniería para lograr una solución de nivel comercial realmente escalable.
– Germán Ortiz, Socio Líder de Tecnología, Medios y Telecomunicaciones, Deloitte Spanish Latin America