El paso inexorable del avance humano ha traído cambios en todas las áreas de desarrollo. Aún recuerdo ver a mi primo, quien era estudiante de arquitectura, pasar noches enteras en el restirador; hoy, los restiradores no existen más.
Me pregunto cuánto se habrán reducido las ventas de plumones, estilógrafos y otros insumos que se usaban junto a los restiradores para hacer planos. Escucho con frecuencia que varias profesiones desaparecerán, y una de ellas podría ser la de contador. Me resisto a creer que no los necesitaremos del todo, pues seguramente sus funciones cambiarán para ser más especializadas, pero se extinguirán a raíz de la digitalización gubernamental.
No había reflexionado en ese hecho al asociarlo con la tecnología, pero al empezar a hacer conjeturas, me di cuenta de que hoy usamos mucha tecnología sin que medien expertos (no que no los haya detrás). Por ejemplo, actualmente existe un sinfín de apps en nuestros smartphones o tablets, que la intuición o un buen tutorial contenido en YouTube ha solventado cualquier necesidad en su uso.
Cada vez más lo intuitivo del software y lo amigable de los dispositivos evitan que haya de por medio un experto que nos asesore. Recuerdo que cuando saqué por primera vez mi primer iPad de la caja, sacudí su contenido buscando un instructivo que no existía. Entendí este hecho hasta que devoré el libro de Steve Jobs, en el que se narra un pasaje en el cual él obsequia un iPad a un amigo y éste se dirige a un lugar donde había niños que nunca habían tocado una computadora; en unos instantes los menores estaban manipulando la tablet, lo que le daba la razón a Jobs de que si un dispositivo necesitaba un instructivo, entonces no es una buena invención.
De acuerdo con Gartner, hoy la nube, la movilidad, lo social, el eCommerce, entre otras tendencias, están demarcando la Digitalización de la Empresa, a la cual se le ha denominado la “Tercera Era de la Empresa en TI”, y en la que se está dejando de lado el foco de los departamentos de Tecnologías de la Información para dirigirse a los procesos, con el fin de atender el modelado del negocio, y en la que los CIO estamos dejando atrás la administración de TI y sus servicios, para comenzar a tener un liderazgo digital. En esta era, dejamos de tratar a nuestros usuarios como clientes internos para tratarlos como socios, y la inexistente relación con los clientes externos se desdibuja para crear un enlace con ellos.
Gartner realizó en el último cuatrimestre del 2013 una encuesta mundial a más de 2 mil 339 CIO en 77 países, y encontró que 51% estaba preocupado por la vorágine digital, y que 42% dijo no contar con el talento necesario para enfrentar esta nueva era.
“Para aprovechar las oportunidades digitales creadas por la Tercera Era, los CIO necesitan hacer frente a la velocidad, la innovación y la incertidumbre. Esto requiere capacidad bimodal: operar dos modos de TI de la empresa”, dijo Graham Waller, vicepresidente de Programas Ejecutivos de Gartner.
La encuesta arroja otros datos interesantes: 25% de los participantes manifestó que harían inversiones cuantiosas en la nube; 70% afirmó que en los próximos dos o tres años cambiarán su tecnología y el origen de sus relaciones.
Sé que usted estará pensando que estos cambios se demorarán en México. A las comunicaciones y la infraestructura del país aún le quedan mucho por madurar; sin embargo, nos hemos sorprendido tantas veces con los avances tecnológicos, que lo que hoy pareciera inviable tener en la nube como el ERP, el WMS, o el TMS, no será diferentes al CRM que está dando hoy el paso en la nube y, por ende, a la digitalización. Espero que estemos atentos y nunca digamos “Pide al tiempo que vuelva”. Me despido con una frase de mi Twitter @mijaelavila, “El avance humano comienza a desdibujar la barrera entre lo posible y lo imposible y preferible es estar expectantes que incrédulos #HeDicho”.
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Miguel Ávila es CIO de Grupo Alcione. Puede contactarlo en man@alcione.mx; sígalo también en @mijaelavila o en su blog www.mijaelavila.com