En su Segundo Informe de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador destacó la construcción del nuevo aeropuerto de Santa Lucía, del cual recientemente se dio a conocer que, en febrero de 2021, se podría inaugurar la pista militar y las instalaciones de la base aérea, conforme al avance que se tiene en la construcción, hasta el momento. Si bien este proyecto ha estado rodeado de mucha incertidumbre, no hay duda de que será una de las obras más ambiciosas de la actual administración en nuestro país.
Es cierto que, en la construcción de un aeropuerto, uno de los principales objetivos es crear una experiencia más eficiente, más cómoda y más segura, sin embargo, esto depende en gran medida de una adecuada operación de infraestructura y de subsistemas complejos, incluida la infraestructura de distribución eléctrica y los sistemas de control y monitoreo de energía que la ejecutan, lo que es uno de los principales pilares detrás de un aeropuerto “inteligente”.
Si alguno de estos sistemas falla o es ineficaz, es muy probable que haya frustración a corto plazo (pasajeros que pasan más tiempo en las filas y menos tiempo disfrutando de las comodidades del aeropuerto) y experiencias desagradables (pánico cuando falla la electricidad, ya que el aeropuerto se queda a oscuras, se cancelan los vuelos y se puede perder el equipaje).
Por esta razón es por la que los aeropuertos modernos necesitan apoyo para minimizar el tiempo de inactividad, así como modernizar los sistemas de control mediante el uso de soluciones de hardware y software digitalizadas.
Una megaobra como el nuevo aeropuerto de Santa Lucía requerirá de gran atención en los detalles para que, de acuerdo con los planes, se convierta en una ciudad aeroportuaria y de esta forma, se vuelva un nuevo polo de desarrollo de la ciudad.
Entonces, los aspectos básicos que deben tomarse en cuenta para que esta obra mantenga altos estándares de operación son:
- Seguridad y confiabilidad
- Sustentabilidad
- Eficiencia y productividad
Con estos elementos y con una correcta planeación en términos de integración de soluciones y software, será posible un ahorro de costos y tiempo en el futuro, así como una operación sin interrupciones del aeropuerto que se proyecta será el más grande y moderno de toda América Latina.
Schneider Electric señala que la centralización de la supervisión y el control en una plataforma es el elemento clave para contar con un aeropuerto moderno. De igual forma, es esencial que los sistemas estén integrados para poder actuar en tiempo real. Ecostruxure es la plataforma con la que Schneider Electric puede permitir la completa automatización y digitalización del nuevo aeropuerto, la cual es implementada desde el monitoreo del suministro de la red eléctrica, hasta el confort que el viajero necesita en su experiencia de viaje.
Ecostruxure ha sido adoptada en aeropuertos de diferentes países como Estados Unidos, Ginebra y Barcelona, los cuales cuentan con soluciones integrales que hacen la experiencia de usuario más cómoda, agradable y, sobre todo, segura de punta a punta. Estas obras y casos de éxito a nivel mundial han obtenido importantes ventajas que incluyen la reducción de costos, el desarrollo de proyectos de manera más ágil, la integración entre sistemas y menos incidentes reportados por falta de mantenimiento.
Ante este panorama, no cabe duda de que el nuevo aeropuerto que llevará por nombre “General Felipe Ángeles” permitirá abrir nuevos caminos para México y exigirá que los operadores entreguen altos estándares de calidad y capacidad de reacción, mientras que los viajeros podrán tener grandes experiencias desde su llegada hasta el momento de partida. El reto está en enfocar la integración de diversos servicios, así como mejorar la tecnología y la experiencia de pasajeros, sin afectar las operaciones cotidianas.
-Carlos León de Garay, vicepresidente de la división de Power Systems de Schneider Electric México