La llave que permite a las TI continuar creciendo en innovación y utilidad es la seguridad. Por eso, el próximo año, los focos están puestos en las nuevas tendencias que mejoraran la protección contra ataques y amenazas. Según la consultora Ovum, en el 2016 se destinarán más de 37,000 millones de dólares (mdd) a la ciberseguridad. Buena parte de este gasto será dedicado a ayudar a las organizaciones a conocer más sobre los riesgos a los que se enfrentan. Las TI se van a centrar en la capacidad de análisis para detectar el panorama de amenazas y tomas medidas contra ellas. Además, la industria proveerá de nuevas tecnologías que han sido diseñadas para identificar y abordar las acciones arriesgadas que los cometen los usuarios.
Las tendencias de 2016
– Mejorar la utilidad de los análisis de seguridad e inteligencia para evitar amenazas.
– Mantener los datos del negocio a salvo reclama tecnología más innovadora.
– Desarrollar los controles de seguridad para hacer frente a los sistemas empresariales de próxima generación.
– Evolucionar en gestión de la identidad para hacer frente al ciclo de vida digital completa.
Andrew Kellet, autor del informe para Ovum, aseguró que en 2016 “los esfuerzos en seguridad deben ir a software y a proveedores de servicios que pueden identificar amenazas antes y proporcionar a las organizaciones la calidad de inteligencia de seguridad para mantener los datos a salvo”.
Desde Ovum aseguran que la necesidad de mejorar la seguridad se verá impulsada por las exigencias operativas, incluyendo el uso de la tecnología que hace que la información de negocios tenga más fácil acceso y por lo tanto sea más vulnerable a ataques cibernéticos. El aumento del uso de los servicios basados en la nube, la movilidad del usuario y la cantidad de dispositivos que hay en la actualidad añaden complejidad a la seguridad, en particular a los requisitos de identidad y gestión de acceso.
“El enfoque en la conservación de los datos de usuario y negocio seguro es un tema vital que tiene que poner el interés en los elementos de seguridad que definen lo que los usuarios están autorizados a hacer: las instalaciones y servicios basados en la nube que pueden o no utilizar y los datos a los que pueden acceder”, concluyó Kellet.
-IDG.es