La gestión de altos patrimonios y activos, o Wealth Management, se ha consolidado como un sector de gran importancia dentro de la industria financiera global, y está experimentando un notable crecimiento y cambio en Latinoamérica. Temenos, empresa de software bancario, destacó cómo este enfoque estratégico, que incluye la optimización de inversiones y la planificación financiera a largo plazo, está transformando la manera en que los individuos de alto patrimonio neto (IAPN) y las instituciones financieras manejan su capital en un mundo cada vez más digitalizado.
Este servicio especializado ofrece asesoría integral y estrategias para la administración de activos y la planificación financiera, abarcando desde la inversión hasta la protección y transferencia de altos patrimonios. En Latinoamérica, el sector está en crecimiento, con proyecciones que indican que el valor de los activos gestionados pasará de 1,18 billones de dólares en 2024 a 1,32 billones en 2029, lo que representa una tasa compuesta anual (CAGR) del 2,34%.
“La gestión patrimonial ha evolucionado más allá de la simple administración de activos, impulsada por la digitalización, que la ha hecho más personalizada y eficiente. Esta transformación responde a las necesidades específicas de cada cliente, especialmente de aquellos jóvenes que acceden a grandes patrimonios y requieren una guía sólida para gestionar su riqueza”, explicó Alejandro Masseroni, director regional de Ventas para Latinoamérica de Temenos, quien agregó que: “con tecnologías basadas en la nube, inteligencia artificial y plataformas digitales, la banca patrimonial combina la asesoría humana con servicios digitales, ofreciendo personalización en tiempo real, acceso desde cualquier lugar y un creciente enfoque en inversiones sostenibles y responsables”.
En la industria, se han desarrollado nuevas tendencias que están redefiniendo la gestión de altos patrimonios. Las instituciones financieras deben estar al tanto de ellas y apoyarse de distintas tecnologías para implementarlas y mantenerse competitivas. Algunas de ellas son:
- Transferencia masiva de riqueza: se espera que una gran cantidad de riqueza sea transferida entre generaciones en los próximos años, lo que presenta tanto oportunidades como desafíos para la gestión patrimonial. Las instituciones deben estar preparadas para asesorar a una nueva generación de clientes que puede tener diferentes prioridades y valores, especialmente en términos de inversión sostenible y responsabilidad social.
- Sensibilidad hacia criterios ESG: los criterios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) están influyendo cada vez más en las decisiones de inversión. Más del 98% de las empresas del S&P 500 publican información relacionada con la sostenibilidad y muchas de ellas han definido sus propios objetivos en esta área. Este amplio universo permite a los gestores de patrimonio diseñar soluciones que no solo busquen generar rentabilidades, sino que también se alineen con los valores y principios de los inversores, integrando así un enfoque más consciente y responsable en la toma de decisiones financieras.
- Gestión híbrida del dinero: combinando la interacción humana con herramientas digitales automatizadas, los clientes reciben atención personalizada de asesores financieros y utilizan plataformas para gestionar su patrimonio de manera eficiente. Esta tendencia ofrece mayor flexibilidad y acceso constante, permitiendo a los usuarios interactuar con sus finanzas en cualquier momento y desde cualquier lugar. Los consumidores, especialmente los jóvenes, esperan la misma eficiencia y accesibilidad en la gestión patrimonial que en sus experiencias digitales diarias, debido a su familiaridad con la banca minorista y servicios financieros en línea.
- La nube y Software como Servicio (SaaS): la adopción de estas tecnologías permite a las instituciones financieras adaptarse rápidamente a las tendencias emergentes. Ofrecen flexibilidad y escalabilidad, facilitando la integración de nuevas funcionalidades y garantizando que las plataformas estén alineadas con las últimas innovaciones. Además, la nube asegura acceso continuo a datos y servicios, lo que posibilita una respuesta ágil y la personalización en tiempo real.
- Hiperpersonalización: ahora las instituciones financieras tienen la capacidad de ofrecer soluciones y productos completamente adaptados a las necesidades individuales de cada cliente. Gracias a la analítica de datos avanzada y la inteligencia artificial generativa, las empresas pueden entender mejor las preferencias y comportamientos de sus clientes, así como crear y ofrecer recomendaciones y servicios únicos que se ajustan perfectamente a sus objetivos financieros.
- Activos digitales y alternativos: las inversiones alternativas, como el capital privado y el inmobiliario, están ganando relevancia entre los clientes de alto patrimonio. Estas opciones brindan oportunidades de diversificación y potencial de rendimientos significativos, aunque conllevan riesgos que requieren una gestión experta. Las instituciones financieras deben estar preparadas para incorporar estos activos en sus portafolios.
- Agilidad y estandarización en software bancario: la capacidad de las instituciones financieras para adaptarse rápidamente a las nuevas demandas del mercado y a las regulaciones, mientras mantienen una estructura operativa eficiente son claves. Las soluciones de software bancario que son ágiles permiten una rápida implementación de nuevas funciones y servicios, mientras que la estandarización garantiza la consistencia y la reducción de costos operativos.
En Latinoamérica, la gestión de patrimonios está siendo impulsada por la transferencia intergeneracional de riqueza y el creciente interés en inversiones alternativas y digitales. La tecnología de Temenos está ayudando a facilitar estas tendencias al proporcionar plataformas bancarias innovadoras, flexibles y personalizadas que responden a las demandas del mercado latinoamericano.