El grupo de ciberdelincuentes que paralizó el gasoducto Colonial Pipeline, en Estados Unidos, ha señalado en un comunicado que nunca tuvo la intención de causar la crisis de interrupción generada –la instalación cubre gran parte del sudeste del país– y que su único objetivo era recaudar dinero. Esta afirmación hace pensar a las autoridades que algo salió mal para los piratas durante el ataque.
La banda, DarkSide, ha causado una paralización de gran parte de la compañía que se espera reintegrar totalmente de aquí al fin de semana. “No queremos crear problemas a la sociedad”, han dicho desde el grupo.
El comunicado no especifica cuánto dinero se ha pedido por el rescate, aunque las autoridades estadounidenses están involucradas en las negociaciones. Además, se cree que se han robado 100 Gb de datos de los sistemas informáticos de la organización. Asimismo, desde DarkSide afirman que realizarán controles en el futuro sobre otros grupos de ciberdelincuentes “para evitar consecuencias”. Además, añaden, “somos apolíticos y no hay que vincularnos con ningún gobierno en particular”.
La declaración, que tenía varios errores ortográficos y gramaticales, según Reuters, parece estar orientada a rebajar la tensión política en torno a uno de los incidentes de extorsión informática más disruptivos de todos los tiempos.
-IDG.es