El costo real del software no utilizado puede arrojar una cifra sorprendente. Sin ir más lejos, en cuatro años las organizaciones estadounidenses han desperdiciado 30,000 millones de dólares en software instalado, pero no utilizado. Y esto no difiere mucho con los resultados de otros países.
Así lo acaba de publicar la firma 1E en su informe The Real Cost of Unused Software, luego de analizar 1,800 programas de software instalados en 3.6 millones de equipos de escritorio de 129 empresas, pertenecientes a 14 sectores diferentes.
El promedio global de recursos monetarios desperdiciados en software es del 37%, una cifra inaceptable en cualquier otra área de negocio. El costo, 259 dólares por computadora.
El promedio en Reino Unido se sitúa en el 26% y la de Canadá en el 34%.
Y no es un asunto que mejore con el tiempo. En realidad, ese 37% se arrastra desde que se realizaron los primeros estudios al respecto, subraya Buffi Neal, analista TI de 1E. El informe también señala al sector educativo como el más ‘derrochador’ con una media del 47%, frente al sector más austero, el farmaceútico, con un 18.
Comunicación y compromiso, la clave
Las medianas empresas no son precisamente las que peor lo hacen, ya que las grandes corporaciones tienen, en algunos casos, mayores niveles de “derroche”. El problema, a veces, es un programa de gestión de activos de software pobre y otras se trata de escasa comunicación entre los departamentos.
La clave es la comunicación y el compromiso, pues aunque el Departamento de TI entienda lo que una unidad de negocio debe hacer, ésta no entenderá los aspectos técnicos y, por eso, puede que su opinión les lleve al desastre, afirma Lance Reese, jefe de operaciones de The LIMU Company.
Comprender lo que necesita una unidad de negocio ahorra recursos a largo plazo, incluso si eso significa hacer un programa de trabajo técnicamente menos digno, por el bien de la unidad de negocio.
Los presupuestos disponibles para un CIO no crecen ostensiblemente y sólo salen adelante los proyectos que privilegian la eficiencia y un rápido retorno de inversión, por lo que convendría evaluar los costos del software no utilizado en las organizaciones.
“Incumbe al departamento TI comprender cómo se va a utilizar el programa y cómo éste va a satisfacer las necesidades del negocio”, subraya Reese. Además, añade, no importa cuál sea la razón de una compra equivocada, serás culpable en todo caso. Es mejor ahorrar dinero y curarse en salud, concluye.